Mañana, concentración en Zamora en apoyo al pueblo palestino

Te damos los datos de la cita.
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29N. Apoyo pueblo palestino


La política israelí con el pueblo Palestino se ha caracterizado por la constante intromisión y violación de tratados internacionales, convenciones y resoluciones aprobadas por las Naciones Unidas.


Permanentemente se pone en evidencia internacionalmente esa vulneración de Derechos Humanos por estados, organizaciones no gubernamentales, etc., pero hasta el momento, no ha servido para acabar con esta barbarie. En resumen, estamos ante un estado que reiteradamente vulnera los Derechos Humanos y el Derecho Internacional, entre los que destacan: 


Ocupación ilegal de territorios palestinos 

El gobierno israelí fomenta la ocupación ilegal de territorios palestinos, generalmente realizada por colonos armados que expulsan por la vía de la fuerza y, por tanto, la violencia a las familias palestinas de sus diferentes propiedades. Según un informe de la ONU, Israel ocupa el territorio palestino por la fuerza, e incurre en responsabilidades internacionales violando los derechos de los palestinos individualmente y como pueblo. Medidas como la expropiación y explotación de tierras y recursos naturales (el Valle del Jordán constituye el 87% de la tierra fértil de los territorios palestinos ocupados controlando los colonos judíos el 86% de esa tierra) o la construcción de asentamientos, se realizan mediante medidas gubernamentales israelís de confiscación, demolición y desplazamiento de la población local. Restricciones al movimiento: el cierre de Palestina Desde el gobierno israelí existe una política de apartheid y que se refleja en lo que se llama el «cierre» de los territorios ocupados.


La ilegal construcción del muro no solo segrega, también discrimina por razones raciales: los intereses de los colonos son considerados prioritarios sobre los derechos de los palestinos. El muro afecta a la población en general configurándose como una medida de castigo colectivo: afecta a la libre movilización de la población, al derecho a la propiedad, a la salud, a la educación, al trabajo, a la alimentación, al agua, y a la libertad religiosa.


Tortura y asesinatos 

El uso de métodos físicos de tortura contra presos fue aprobado por el Tribunal Supremo israelí en 1996, pero era una práctica que se realizaba desde 1967. Las torturas llegan a malos tratos a familiares de detenidos, violencia durante el arresto, condiciones inhumanas de detención, entre otras. La legislación humanitaria internacional que asegura una mínima protección para la población en conflictos armados, considera asesinato a las personas desarmadas, independientemente de su condición militar o civil, suponiendo además una flagrante violación del derecho de la vida que sanciona la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Otra conducta calificada como crimen de guerra es la utilización de palestinos para acompañar a los soldados israelíes en las operaciones militares de castigo. 


Esta práctica consiste en el uso de la población civil como escudos humanos, demuestra un nulo valor de la vida otorgado por los soldados israelíes a la población árabe. Ataques a infraestructuras, a la prestación de atención médica y a los derechos de la infancia Cruz Roja y otras organizaciones no gubernamentales han denunciado la restricción al movimiento de ambulancias palestinas, con el resultado de muerte de civiles heridos lo que viola la IV Convención de Ginebra. Ataque a hospitales y centros sanitarios son práctica habitual del ejército de Israel en el conflicto. 


Ataques contra escuelas, detenciones arbitrarias de niños/as, muertes de menores durante ataques militares israelíes y torturas contra niñas y niños detenidos. La IV Convención de Ginebra (artículos 21 y 50) establece una protección especial de los DDHH de la infancia. Actualmente se pueden contar ataques a al menos 26 hospitales y 55 centros de salud que han quedado fuera de servicio (siendo 56 ambulancias destruidas en diferentes ataques); 45.000 casas fueron completamente demolidas, mientras que 233.000 fueron destruidas parcialmente; 102 edificios gubernamentales atacados; 266 escuelas (de las cuales 67 ya no están en servicio); 85 mezquitas han quedado completamente destruidas, mientras que 174 fueron dañadas; y 3 iglesias también fueron atacadas. 


Derecho a la alimentación y al agua potable 

Las organizaciones que trabajan en los territorios ocupados han denunciado la situación alarmante en materia de alimentación y de seguridad alimenticia hablando de “catástrofe humanitaria”. El acceso al agua potable no es más fácil. Esas medidas, están en contradicción flagrante con el derecho internacional humanitario que especifica la prohibición como método de guerra, de hacer padecer hambre a las personas civiles o atacar, destruir, sustraer o inutilizar los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen. 


Hoy, tras más de dos meses de genocidio sobre la población gazatí, el número de desplazados por el conflicto asciende a 884.000, el número de palestinos asesinados por los ataques de Israel aumentó a 14.854, siendo 6.150 niños y más de 4.000 mujeres, y 104 trabajadores de la ONU, mientras que más de 36.000 personas han resultado heridas. Alrededor de 7.000 personas siguen desaparecidas, incluidos más de 4.700 niños. Mientras que la cifra oficial de muertes israelíes asciende a 1.200. Por todo ello, desde IU Zamora, apoyamos y llamamos a la movilización en defensa del pueblo palestino sin ambages y con la contundencia que requiere esta grave situación, manifestándonos mañana miércoles 29 de noviembre, a las 20:00 horas en la plaza de la Constitución. ¡Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá