Por su parte, la cifra de ventas se elevó hasta los 37.903,3 millones, lo que representa una subida del 35,4 por ciento con respecto a los ingresos del mismo periodo de 2021.
La compañía explica que la mejora en el beneficio se explica por el fuerte crecimiento en todas las zonas geográficas internacionales que ha compensado el resultado adverso de Iberdrola España, que registra una caída del 14 por ciento en su beneficio neto, impactado por las medidas regulatorias y fiscales y los altos precios del gas y de la electricidad, que no se han traspasado a los clientes con precios fijos acordados previamente.
Iberdrola invirtió 7.600 millones de euros en los primeros nueve meses, lo que supone un 14 por ciento más que el mismo periodo del año anterior. De esta cuantía, el 90 por ciento se ha destinado a renovables y redes inteligentes para acelerar la transición energética y reducir los combustibles fósiles. Con ello, suma 10.500 millones de inversión en el último año, importe del que la compañía ha destinado el 75 por ciento de la inversión a mercados internacionales, principalmente Estados Unidos.
El flujo de caja creció un 28 por ciento, hasta los 8.200 millones de euros a cierre de septiembre. La compañía cuenta con una liquidez superior a 24.000 millones de euros, que le permitiría cubrir sus necesidades financieras sin tener que salir al mercado durante 27 meses. Al cierre del trimestre, la Deuda Financiera Neta de Iberdrola se elevó hasta los 44.686 millones de euros, un 13,5 por ciento más que los 39.360 millones de finales de 2021.
Iberdrola mantiene su previsión de beneficio neto para este ejercicio, entre los 4.000 y los 4.200 millones de euros, por lo que anunció que el dividendo complementario será de 0,18 euros por acción, lo que supone un incremento del 5,9 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. El pago de esa retribución, que se realizará bajo el programa ‘Iberdrola Retribución Flexible’, está previsto para el próximo enero.