Aliste, la comarca más envejecida de Europa, centra un ciclo de conferencias que alerta sobre su desaparición si no se actúa con urgencia

​El sociólogo y politólogo Alberto Zamorano analizó en Sejas de Aliste y Nuez de Aliste la crítica situación de la comarca, con una edad media de casi 60 años.
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La comarca de Aliste se erige como el epicentro absoluto de la despoblación y el envejecimiento demográfico no solo en España, sino en toda la Unión Europea. Para analizar esta situación extrema y buscar soluciones, el Colectivo Ciudadanos de la Región Leonesa (CCRL) organizó dos nuevas sesiones de su ciclo "Entre la persistencia y el olvido", que tuvieron lugar en Nuez de Aliste (8 de agosto) y Sejas de Aliste (16 de agosto), en colaboración con sus respectivos ayuntamientos y con la asociación cultural Fuente Grande.


Las ponencias, impartidas por el sociólogo y politólogo zamorano Alberto Zamorano, se centraron en el caso de Aliste como ejemplo del territorio más castigado por la despoblación. Los datos presentados dibujan un escenario de emergencia clínica: Aliste registra una edad media de 59,5 años, la más alta de las 344 comarcas españolas y, también, la más elevada de toda Europa. Su índice de envejecimiento, también lidera con un 1.119%, lo que significa que por cada menor de 16 años hay once personas mayores de 64. Esta cifra triplica la media provincial zamorana, 327%, que ya es por si la más alta de España, y deja en una situación casi privilegiada a la media nacional española, 137%.


Zamorano destacó que el envejecimiento desbocado de Aliste y del conjunto de la Región Leonesa (León, Zamora y Salamanca) no es una casualidad, sino el resultado de políticas de desarrollo desiguales dentro de la comunidad autónoma de Castilla y León. "Hasta la creación de la Comunidad Autónoma, los datos en cuanto a envejecimiento de la Región Leonesa y de Castilla eran a nivel estadístico iguales. Sin embargo, la brecha se creó y se disparó a partir de entonces, en especial para Zamora y toda la Raya Leonesa", explicó.


Esta afirmación se corrobora con los datos actuales: la Región Leonesa tiene el 28,5% de su población por encima de los 65 años, siendo la región más envejecida de España, hasta cuatro puntos porcentuales por encima de las seis provincias castellanas. Esta divergencia es aún más palpable en la renta media familiar, que en comarcas como Aliste se sitúa por debajo de los 24.137 euros, agravando la falta de oportunidades y la imposibilidad de retener o atraer población joven.


El diagnóstico para Aliste es devastador. La pérdida de población supera el -30,5% desde el año 2001 y la caída del número de empresas roza el -13,4% en la última década. Este colapso demográfico tiene efectos tangibles: cierre de escuelas, desaparición de servicios básicos, abandono de explotaciones agroganaderas y la consiguiente pérdida de un patrimonio cultural y social irreemplazable. La ponencia también alertó sobre el "exceso de incapacidad" que puede sufrir una población tan anciana y aislada, donde la soledad no deseada y la falta de estímulos aceleran la dependencia.


Frente a este panorama, Zamorano fue contundente en la valoración final: "Aliste no es un problema local, es el síntoma más grave del fracaso de un modelo territorial que ha abandonado a su suerte a la Raya Leonesa. Las políticas homogéneas para una comunidad autónoma artificial, grande y diversa han fracasado con consecuencias nefastas para el futuro de esta comarca".


La solución pasa, según se expuso, por el reconocimiento inmediato de la Región Leonesa como una región NUTS-2, lo que le permitiría acceder a fondos europeos de cohesión, y por la concesión de la fiscalidad diferenciada para Zamora, al sufrir una pérdida de población superior al 1% anual, establecida por los criterios FEDER. "Es una obligación de justicia territorial, permitiría diseñar políticas específicas, canalizar inversiones de manera directa y eficaz, y aplicar beneficios fiscales similares a los de Teruel, Soria o Cuenca para comarcas como Aliste, que literalmente luchan por no desaparecer del mapa", sentenció Zamorano.


El ciclo finalizó con un llamamiento a las instituciones europeas, nacionales y autonómicas para que afronten esta realidad con la urgencia que requiere y dejen de ignorar la singularidad y la crítica situación del territorio leonés, actualmente invisibilizado y diluido en las estadísticas globales de Castilla y León.