Agricultores y ganaderos reclaman al Gobierno un plan de control urgente de la enfermedad hemorrágica epizoótica

​COAG exige recoger información detallada de la enfermedad.
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Agricultura


La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha pedido una reunión urgente al Ministerio de Agricultura para definir un plan de lucha y control de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) ante el creciente número de focos en explotaciones de vacuno de varias comunidades autónomas.


Según informó este lunes COAG, la EHE es una infección vírica no contagiosa, transmitida por mosquitos culicoides, una especie autóctona de la Europa mediterránea, no es transmisible a humanos y, por tanto, no supone ningún riesgo en el consumo de carne de bovino.


Los ganaderos trasladaron su preocupación a COAG ante la "escasa información" al respecto, ya que es una enfermedad novedosa en España que no se había detectado nunca en la Unión Europea hasta noviembre de 2022.


En este sentido, el plan de control que COAG pide deberá recoger información detallada de la enfermedad, un estudio de la posible evolución de su propagación futura y otro estudio de impacto real sobre la ganadería de bovino. Además de recopilar tasas de mortalidad, abortos, pérdidas indirectas como afecciones a la vitalidad del rebaño, gastos veterinarios y de productos insecticidas e impacto de limitaciones a las exportaciones.


También incluirá propuestas de control de la enfermedad, intensidad y extensión, así como propuestas de autocontrol en las explotaciones y planes de ayudas para las explotaciones afectadas que cubran la totalidad de las pérdidas.


Actualmente, no existen vacunas autorizadas en la Unión Europea frente a esta enfermedad. Entre las medidas que se recomiendan para el control de la enfermedad está la lucha vectorial, es decir, contra el mosquito, mediante el empleo de insecticidas y repelentes en animales, medios de transporte e instalaciones, así como el uso de insecticidas y larvicidas para el control de las posibles zonas de cría.


“Esta enfermedad tiene graves repercusiones económicas para los ganaderos. Las vacas disminuyen su producción y provoca pérdidas por abortos e infertilidad. Además, supone un significativo aumento de los gastos veterinarios”, subrayó el responsable del sector vacuno de carne de COAG, Joaquín Gargallo.


“Mantener las cuadras y estercoleros desinfectados y secos es clave por tanto para evitar exceso de carga viral y que se reproduzcan al año siguiente tras la hibernación”, apuntó Gargallo, al tiempo que recordó que es una enfermedad de obligada comunicación a la administración sanitaria.