La patronal del automóvil advierte que la normativa Euro7 “mal enfocada” puede tener impacto en el empleo

El director general de Anfac, José López Tafall, pide al Gobierno “una posición más ambiciosa” y que se alinee con Alemania y otros países para replantear la normativa europea
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Chofer coche


El director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), José López Tafall, advirtió hoy que la normativa Euro7 “mal enfocada” puede tener impacto en el empleo, dado que “tal y como está planteada, genera discontinuidad en las cadenas de producción”, lo que obligaría a “parar la producción” de los actuales vehículos de combustión para adaptarla a una tecnología que, por el momento, “no se sabe cuál va a ser”.


En declaraciones recogidas por Ical, durante una pausa en la intensa jornada del primer congreso Future Mobility Challenge, organizado por el clúster Fàcyl, López Tafall recordó que, por el momento, la normativa Euro7 es “una propuesta inicial de reglamento” que, además, tiene detrás “un conjunto de medidas de detalle técnico que puede durar dos años hasta saber cuáles son, pero cuyo plazo de implantación es 2025”.

“Eso significa que no hay tiempo material para adaptar los motores y se debería parar la producción para adaptar las líneas existentes”, continuó explicando López Tafall, apuntando que “eso significa que no hay tiempo material para adaptar los motores y se debería parar la producción para adaptar las líneas existentes”.


Por ello, y dado que la industria “no es algo que se pueda parar un día y al siguiente se arregla”, y menos ante “procesos de inversiones grandes, que llevan tiempo”, la normativa Euro7 implica un “riesgo real de parada en las líneas de producción”.


Ese es el motivo por el que desde el sector se insiste en que “la propuesta, tal y como está planteada por la Comisión Europea, no tiene lógica industrial, despista y detrae inversiones de donde tenemos que poner el foco, que es en 2035, y necesita una revisión profunda”.


Dicho mensaje fue planteado por Anfac en su última reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien se planteó que, dado que la industria en España está aún “especializada en vehículos de combustión de menor tamaño, donde los costes unitarios de esas inversiones adicionales van a pesar más en el coste final”, existe un riesgo de “perder más competitividad que otros países”, por lo que le reclamaron una posición “más ambiciosa” y alineada “con Alemania y otros países” para “replantear la normativa Euro7”.


Compromiso con el avance en descarbonización

En todo caso, López Tafall reconoció que “hay que avanzar en la descarbonización y la digitalización del vehículo autónomo” para conseguir “aumentar la facturación del sector un 50 por ciento en 2040”. Un “reto” que implica “tomar medidas” para que “todo este proceso que lideran las fábricas llegue al ciudadano”, porque aunque el avance existe, es difícil realizarlo “al ritmo tan exigente que marca la Unión Europea”.


Una Unión cuya Comisión da “una de cal y otra de arena”, apuntó asimismo el director general de Anfac, que consideró “bueno que se clarifique que en 2035 vamos a un escenario de neutralidad tecnológica” y que los combustibles sintéticos se consideren “una opción más”, lo que es “bueno para movilizar inversiones”, pero insistió en la “parte negativa” de la propuesto Euro7, que “detrae inversiones del esfuerzo con el que estamos comprometidos, que es el de 2035”. “Las dos cosas a la vez son muy complicadas”, concluyó.


Continuidad en la política industrial

Asimismo, el director general de Anfac también reclamó “continuidad en la intensidad de la política industrial” europea para competir con Estados Unidos y China, dentro de la “pelea por atraer inversiones” hacia “vehículos más limpios”, porque “esto no se acaba con los 2.000 millones del PERTE que quedan por adjudicar”.


En ese sentido, agradeció la reacción de la Unión Europea en política industrial con “medidas más ambiciosas” y la revisión del PERTE porque “el enfoque excesivamente riguroso no funciona y, o Europa reacciona, o se queda atrás”.