La consejera de Familia defiende la feria de FITECU en Villardeciervos y habla del programa y de las plazas hoteleras de la comarca

“Es un gran escaparate que permite aunar innovación y territorio”, manifiesta.
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Cumpliendo el “compromiso” del presidente de la Junta, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, afronta desde mañana en la localidad zamorana de Villardeciervos la celebración de la primera edición de la Feria Internacional de Innovación y Tecnología al Servicio de los Cuidados (FITECU). Una cita, organizada por el clúster SIVI, que parte de la perspectiva de que “las demostraciones hay que hacerlas donde luego se prestan los servicios”. Y es que la Feria, que congrega a especialistas en robótica e internet de las cosas de países como Japón o Estados Unidos, sirve a la Junta para mostrar la aplicación que de estas tecnologías desarrolla en los cuidados a mayores y dependientes, con programas como la Teleasistencia avanzada, donde “la idea es llegar a los 50.000 usuarios en 2025”, o Atención en Red, que la consejera espera tener implantado en todas las provincias de Castilla y León antes de que acabe el año.


¿En qué punto se encuentra Castilla y León en la implantación de innovación tecnológica en cuidados?

Castilla y León está a la vanguardia en la aplicación de la innovación tecnológica para los cuidados y esta Feria es lo que viene a demostrar. Se lleva muchos años trabajando en la Consejería con los fondos europeos en materia de innovación y esta Feria quiere demostrarlo: que lo sabemos hacer, que lo podemos hacer y que lo estamos haciendo. Un ejemplo es la Teleasistencia avanzada, con un contrato de 40 millones de euros y tres años con todos los avances tecnológicos, que lleva en marcha desde el 1 de enero; o las estaciones de telemedicina que vamos a implantar, la plataforma sociosanitaria, y una serie de avances en el día a día, con andadores, camas articuladas, baños y demás, que pretenden facilitar la vida de las personas, sobre todo de las que se quedan en su casa.


Esa vanguardia de Castilla y León en la aplicación de la tecnología a los cuidados, ¿es el motivo de celebrar aquí esta Feria Internacional de Innovación y Tecnología al Servicio de los Cuidados (FITECU)? ¿Por qué en Zamora?

Fue compromiso del presidente de la Junta, en una de las visitas que hizo a la provincia, que la primera Feria Internacional fuera en Zamora. ¿Por qué? Porque las demostraciones hay que hacerlas donde luego se prestan esos servicios. Es muy fácil organizar una feria en Valladolid, traer las nuevas tecnologías en robótica, inteligencia artificial o los nuevos desarrollos de equipamientos y aplicaciones que vamos a hacer. Lo difícil es llevarlo a donde tú estás prestando esos servicios. Y es el reto que nos planteamos: vamos a hacerlo en Zamora y en el entorno rural, en un pequeño pueblo donde tenemos ya viviendas que están dentro del paraguas del programa que estamos implantando de Atención en Red.


¿Se está llegando realmente al mundo rural? ¿En qué grado de implantación?

Estamos trabajando. La Teleasistencia avanzada llega a todos los usuarios, independientemente de que vivan en el entorno urbano o en el rural, y cuando acabemos este contrato la idea es llegar a 50.000 usuarios en el año 2025. Y el programa de Atención en Red, que se desarrolló como proyecto piloto en Ávila y en Valladolid, se está implantando ya prácticamente en toda la Comunidad. Quedan las provincias de Soria y León, donde se hará a lo largo de este año. Este programa consiste en adaptar las viviendas desde el punto de vista arquitectónico, con rampas, ampliación de pasillos o eliminación de bañeras, para que los usuarios puedan quedarse a vivir en ellas, y adaptarlas también desde el punto de vista tecnológico, dando a cada usuario lo que demanda o necesita. En la Feria hay un avance muy importante, singular o diferente, que trae Telefónica y lo han implantado en una vivienda de Zamora, que es la detección del movimiento o de las caídas a través de las ondas wifi. Que no hagan falta ni siquiera sensores o detectores. Es en la línea en la que tenemos que seguir avanzando. La robótica, la inteligencia artificial, las nuevas tecnologías, avanzan a una velocidad tan rápida que muchas veces nos van llevando por delante. Tenemos que ser capaces de subirnos a ese carro, ver lo que hay y ver cómo esos servicios, efectivamente, se pueden prestar en el mundo rural, porque lo estamos haciendo.


¿Cuándo se pretende entonces alcanzar todo el territorio de Castilla y León con el programa de Atención en Red?

Este año. El objetivo es que este año esté ya implantado en todas las provincias de Castilla y León. Hay provincias que todavía tienen simplemente una de las áreas o donde se puso el proyecto en marcha en pilotaje, pero el objetivo es que, a lo largo de este año, ese programa de Atención en Red, que realizamos en colaboración con las entidades del tercer sector, esté ya implantado en toda la Comunidad.


La respuesta, ¿está siendo satisfactoria? ¿Hay buena adaptación o existe reticencia entre las personas mayores por la aplicación de las nuevas tecnologías a los cuidados?

En una Comunidad tan amplia y diversa como la nuestra, hay de todo. Hay gente que está encantada, hay gente que dice que solo quiere los apoyos personales pero que la tecnología no a ver si los vamos a controlar, otros que dicen que nos dejan sus llaves para que no vaya nadie a su casa, y hay otros que lo quieren todo. Se trata de ir adaptándose a lo que ellos nos van demandando. Pero la acogida está siendo muy buena. Como todos los programas y los nuevos proyectos que se van poniendo en marcha, lleva su tiempo de adaptación, y esto no se hace en seis meses o en un año. Son programas que tardan en adaptarse. En las zonas urbanas, cuando los implantamos, es más fácil porque ven determinados dispositivos más en el día a día. Hay zonas muy rurales que les cuesta más, aunque hay zonas muy rurales que nos sorprenden, como Villardeciervos o una de las viviendas que se va a visitar en la Feria, en Boya, que tiene poco más de 50 habitantes.


¿Cuáles son los próximos hitos que se plantean?

El hito es conseguir implantar todo el modelo. Atención en Red lleva la parte de las viviendas, el nuevo modelo de atención residencial que también estamos implantando, y la incorporación de las nuevas tecnologías. Va todo combinado y la parte de la atención en casa es la que queremos que esté totalmente implantada este año, pero el resto lleva su tiempo: es un objetivo real de legislatura.


¿Qué financiación se contempla desde la Junta? ¿Cuánto está presupuestado para este ejercicio?

En los últimos presupuestos se destinan 800,5 millones de euros, un 18 por ciento más que en 2021. Hemos crecido 121 millones. Destinamos 1.471 euros por habitante al año y la media nacional es de 1.158 euros. El mayor esfuerzo lo estamos haciendo desde la Comunidad, porque tenemos 114.000 personas dependientes con prestaciones.


¿Hace falta más financiación en cuidados del Gobierno y Europa?

Hace falta la financiación de la dependencia. La ley establece el 50 por ciento, es verdad que se está incrementando, pero esta financiación es insuficiente. Ahora mismo, alrededor del 75 por ciento lo financia la Junta de Castilla y León frente a ese 50 que habría que financiar, así que eso es lo que seguimos demandando al Gobierno. Castilla y León hace un esfuerzo muy importante con fondos propios, y por eso somos líderes. No tenemos lista de espera, somos la Comunidad que más rápido resuelve, seguimos avanzando en nuevas tecnologías y tenemos un 8 por ciento de plazas residenciales financiadas con fondos públicos, frente al cinco por ciento que marcan los estamentos internacionales. Pero tenemos una de las poblaciones más envejecidas y es necesario incrementar esa financiación del Estado.


En FITECU también se aborda precisamente la aplicación de las nuevas tecnologías para facilitar la labor de los profesionales de los cuidados. ¿Qué deficiencias en esta materia siguen existiendo a día de hoy y desde qué ángulos trabaja la Junta para paliarlas?

En todos estos sistemas de apoyo, que les ayuden o faciliten trabajar con las personas mayores o dependientes. Las camas articuladas, que cada día avanzan más, o las cabinas de ducha, que facilitan ese trabajo. Una de las demostraciones de la Feria consiste en unos antebrazos articulados para ayudar precisamente a los cuidadores a mover peso, al estilo de un exoesqueleto, para que puedan manejar a las personas que reciben los cuidados. Es en el sentido en el que estamos trabajando. No se pueden entender los cuidados sin las personas, pero tampoco se pueden dejar de lado las nuevas tecnologías para esos cuidados.


Y, ¿cuál es el horizonte temporal para que estos prototipos lleguen a las viviendas y residencias de Castilla y León?

Nosotros aquí vamos a empezar a experimentar con los robots en la residencia de Soria, en Los Royales, en un programa financiado con los fondos europeos, sobre todo para ayudar a las personas mayores a hacer ejercicio físico y mental. Se trata de ver hacia donde va todo, la robótica social y la inteligencia artificial, y trabajar estos productos dentro del ámbito de la soledad no deseada, porque puede ayudar a esas personas que están solas por diferentes motivos.


¿Cómo se está combatiendo la soledad no deseada? ¿Es más fácil hacerlo en las ciudades o se está acrecentando este aspecto en el medio urbano?

Es diferente, no sé si más fácil o difícil, pero diferente. Se están poniendo muchos programas en marcha, aprobamos un plan de lucha contra la soledad no deseada que se está desarrollando, y a raíz de ese plan detectamos que hay casos de soledad cronificada: personas que ni siquiera querían salir de sus casas, estaban solas y les costaba abrirse a recibir esa ayuda. A través de los Equipos de Promoción de la Autonomía Personal, de los CEAS y los servicios sociales, se está trabajando en estas situaciones, y un elemento que nos va a ayudar mucho a luchar contra la soledad no deseada es la teleasistencia avanzada. Porque cuando hablamos de teleasistencia avanzada, no solamente es el salto en los aparatos y los equipamientos que se puedan poner encima de la mesa, sino ese seguimiento proactivo que se puede realizar de las personas. Ese es el gran salto de la teleasistencia avanzada.


¿Interfiere esta tecnología con la lucha contra la despoblación? Es decir, dejar en manos de las nuevas tecnologías la atención de las personas mayores o con discapacidad en el mundo rural, ¿puede provocar la marcha de los profesionales de los pueblos?

Al revés, el modelo que estamos implantando genera empleo, porque se necesitan personas para atender a las personas. Las nuevas tecnologías han venido a ayudar, pero cuando una persona se cae en su domicilio, por ejemplo, y pulsa el botón de la teleasistencia avanzada, tiene que ir alguien a ayudarla. En el modelo de teleatención en red, por ejemplo, por cada cien personas atendidas, se necesitan 60 trabajadores. Son 60 puestos de trabajo que se crean de atención directa. Las nuevas tecnologías vienen a ayudar, a hacerlo más fácil, a complementar el trabajo de estos profesionales y también el día a día de las personas mayores. Y no se entendería el avance de este modelo de cuidados sin las nuevas tecnologías porque es necesario ir incorporándolas, pero si algo hay imprescindible son las personas. Las personas a las que cuidas y las personas que las cuidan. Además, el del sector de los cuidados es un empleo que no se deslocaliza, porque es un empleo que se tiene que quedar en el territorio. Por lo pronto, esas personas se quedan en sus pueblos pero, además, esas familias de cuidadores se vienen a implantar en esos municipios para atenderlos.


Para incidir en ese combate a la despoblación, ¿ve posible instalar también los centros de investigación y los campos de la innovación en el mundo rural?

Lo que queremos demostrar con la Feria es que se puede hacer. Si conseguimos sacar adelante la Feria en Villardeciervos, se abre una ventana, porque posicionas, en este caso, Zamora: su grandeza cultural, artística, patrimonial, natural, y toda la calidad de vida que tiene. Es el momento para que muchos de esos profesionales interactúen entre ellos y puedan crear esas sinergias y oportunidades.


¿Tiene vocación de continuidad el congreso? ¿Quizá en otras provincias de Castilla y León?

La idea es hacer el primero, ver cómo sale y, si sale bien, que no me cabe ninguna duda, se podría extender. Aunque no digo todos los años, porque una feria internacional todos los años es difícil, pero a lo mejor con carácter bianual. Habría que hablarlo pero, por lo pronto, vamos a hacer el primero.


¿Qué esperan mostrar de Castilla y León, y de su aplicación de la tecnología a los cuidados, a los ponentes de todo el mundo que van a llegar a FITECU?

Más allá de la tecnología, se pretende mostrar lo que es Castilla y León. Tiene 2.248 municipios, más de 5.000 poblaciones, y solo 16 tienen más de 20.000 habitantes. El resto son pueblos como los que vamos a ver. Y eso se quiere mostrar. También lo que es Zamora y cambiar esa imagen tras el incendio de la Sierra de la Culebra, que fue la que más sufrió, y mostrar que se sale adelante y que se pueden hacer cosas allí. Mostrar la riqueza de nuestro patrimonio natural, cultural y arquitectónico. El programa que se ha diseñado pretende combinar las dos cosas: por un lado, el tema tecnológico y de innovación, para la gente que viene de fuera, pero por otro lado mostrar lo que es la provincia. Abrir esa ventana al mundo. Todas las plazas hoteleras disponibles de la comarca se han cubierto, son entre 320 y 350 personas las que vienen presencialmente cada día, y los proveedores son locales. Va a ser un gran escaparate que permite aunar la innovación y la tecnología con el territorio.