Iberdrola junto a Grupo AN instala en Ávila su primera bomba de calor industrial con eficiencias del 1.000%

​Dará servicio a la planta de procesado de aves que esta cooperativa agroalimentaria tiene en el municipio abulense de Vicolozano.
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Representantes de Iberdrola y Grupo AN ante la bomba de calor industrial instalada en u00c1vila


Iberdrola instaló en Ávila su primera bomba de calor industrial en la planta de procesado de aves de Grupo AN, situada en el municipio abulense de Vicolozano. La instalación, que aprovecha el calor residual de los grupos de frío de la planta, alcanza un Coeficient of Performance (COP) de diez, lo que equivale a una eficiencia del 1.000 por 100, según informó hoy la compañía en un comunicado.


En concreto, por cada unidad de energía eléctrica utilizada, originada a partir del calor residual de los refrigeradores de la planta (compresores de amoniaco), la bomba de calor suministra diez veces esa energía en forma de calor. Para una mayor eficiencia, la instalación, además de eliminar el consumo de combustibles fósiles de las calderas, ayuda a producir un ahorro significativo de electricidad y agua al no dejarla evaporar en los condensadores y recuperarla para calentar el agua necesaria para el funcionamiento de la bomba de calor.


El proyecto cuenta con el apoyo de los fondos Next Generation a través del Programa de ayudas para actuaciones de eficiencia energética en pymes y grandes empresas del sector industrial, y ha conseguido una subvención de, aproximadamente, el 30 por ciento del coste de la bomba de calor.


“En la transición hacia una economía baja en emisiones es fundamental evolucionar hacia vectores energéticos y usos finales más eficientes. En este sentido, la bomba de calor juega un papel clave en la descarbonización de los procesos industriales que utilizan calor a baja y media temperatura en industrias tan importantes para el PIB español como la alimentaria o la agrícola. Con este proyecto, Iberdrola se posiciona como líder en el sector con una de las pocas instalaciones operativas en España”, afirmó José Luis Hernando de Iberdrola.


“Con esta solución logramos encontrar las energías residuales no aprovechadas de la fábrica, y mediante la bomba de calor reconvertirlas en energías gratuitas para nuestra actividad. Los 1.800 empleados, y los 39.000 agricultores y ganaderos integrados en las 168 cooperativas a los que, como socias, damos servicio desde Grupo AN estamos muy comprometidos con la descarbonización industrial mediante diferentes soluciones, disponiendo desde hace varios años de otra instalación de bomba de calor en nuestra planta de procesado de aves de Mélida-Navarra”, señaló el director Industrial & Operaciones de Grupo AN, Guillermo Ruiz.  


Electrificación de la industria

La descarbonización de la generación de calor industrial a través de la electrificación se acelerará en los próximos años gracias a la sustitución gradual de las calderas de combustibles fósiles por bombas de calor alimentadas por renovables. Iberdrola está comprometida a ayudar a las industrias en su transición energética, a través de soluciones diseñadas a medida para conseguir que las fábricas mejoren su eficiencia y reduzcan las emisiones de CO2 de una manera sostenible y económica.


Este proceso resulta clave en la hoja de ruta a seguir para descarbonizar la economía en Europa, donde anualmente se consume aproximadamente 1.952 TWh anuales de energía en procesos térmicos industriales, de los que cerca de 40 por ciento tiene lugar a temperaturas inferiores a los 200 grados, principalmente para calentar agua o generar vapor.


Para disminuir las emisiones en estos procesos de baja y media temperatura, la solución pasa por el uso de bombas de calor en combinación con medidas de eficiencia energética, mientras que los procesos de alta temperatura pueden resolverse con la electrificación hibridada con un cambio de combustible.


Iberdrola pone al servicio de sus clientes industriales su larga experiencia en energía térmica, lo que le permite ofrecer los productos y soluciones más avanzadas y adaptarlas a cada proceso individual. Es el caso de las bombas de calor, u otros recursos como la biomasa o las calderas eléctricas alimentadas a partir de una instalación solar fotovoltaica dedicada o incluso incorporando un sistema de almacenamiento térmico.