Isaac Macías Fontanillo: "Mientras no se recupere la economía de la calle, tampoco se va a recuperar la de las empresas"

"Estamos estirando demasiado la goma de la Guerra de Ucrania", expone el presidente del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Zamora.
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FOTO ISAAC


"Estoy viendo en los despachos muchos casos de acoso laboral a trabajadores y trabajadoras; algo está pasando en la sociedad. Ya no acoso laboral vertical, de la empresa al trabajador, sino horizontal, entre los propios trabajadores o mandos intermedios, y ahí la empresa es responsable, de ahí que se haya modificado la ley y el protocolo que estaba implantado para empresas de más de 50 trabajadores hoy ya es obligatorio para todos, aunque tengas un solo trabajador". Son palabras de Isaac Macías Fontanillo. El presidente del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Zamora nos habla, así, del día a día de su profesión y de su relación con la realidad de los ciudadanos, además de hacer balance de este último año. La pandemia, la Guerra de Ucrania, los alumnos, los autónomos, las Navidades... Abordamos estas y otras cuestiones.


PREGUNTA.- De los retos que tenía planteados cuando asumió el mando del Colegio de Graduados Sociales de Zamora, hace un año y algo, ¿cuáles ha podido materializar y qué otros se han quedado en el tintero?

RESPUESTA.- El reto fundamental que tiene que tener cualquier Colegio es la formación de los colegiados; y ahí sí hemos conseguido, no todas las formaciones que hubiéramos querido, pero estamos satisfechos. Tenemos pendiente ahora una con Seguridad Social. Lo que pretendemos es estabilizar el Colegio, acercarlo a los colegiados y solucionar los problemas que surgen cada día con las Administraciones pseudocerradas desde la pandemia. Son muchas las consultas de los colegiados, a veces quejas, y hemos tenido que ir solventando poco a poco la situación. Con Seguridad Social hemos conseguido una especie de canal abierto para nosotros. Básicamente, la situación de los profesionales no está siendo distinta a la del común de los mortales que se quieren dirigir a las administraciones con cita previa ¡y a saber para cuándo! Nosotros somos colaboradores sociales y creemos que se nos debería tratar mejor; en esa línea estamos.


Ahora desde Madrid y Valladolid parece como que se quiere dejar implantado el sistema de cita previa y los medios telemáticos. El gran problema es que la Administración tiene unos funcionarios y detrás de las herramientas que te pueden dar tiene que haber personas que las manejen. Todos los responsables de las direcciones provinciales de cualquiera de los Ministerios en Zamora se quejan de lo mismo, de la falta de personal. En resumen, ¿retos? Volver a conseguir, en la medida de lo posible, que no va a ser como antes, tener una asistencia. Dado que somos colaboradores sociales, que seamos colaboradores sociales para todo, para recibir los encargos y para poder transmitirlos. Esta es una pelea que nos va a tocar realizar poco a poco, hasta que la Administración se dé cuenta de que, sobre todo con algunos profesionales, es más sencillo, más directo y más rápido levantar un teléfono que mandar no sé cuántos correos electrónicos explicando lo mismo y que cada vez los lea una persona diferente. Esto ocurre a nivel nacional y ese es el gran reto. Por lo demás, el Colegio debe dar mucha formación, independientemente de la que hagamos cada uno, pero el Colegio tiene que facilitar esa formación, y por ahí va la línea.


P.- Los graduados sociales fueron indispensables en momentos cruciales de la pandemia, puesto que han aligerado la carga de las empresas con el tema de los ERTEs, pero con el nuevo panorama, la Guerra de Ucrania, la subida de precios… Supongo que también han sido indispensables para ellas.

R.- Si alguna profesión, independientemente de los sanitarios, ha salvado la salud de la calle en la pandemia, hemos sido los graduados sociales. Ojo, los graduados sociales, los abogados, los economistas…. Pero, sobre todo, los graduados sociales poque lo que se estaba dilucidando era la relación empresa-trabajador y cómo a la empresa había que sujetarla para que no cerrara y al trabajador, mantenerle, cuando no había trabajo. Todo, con el desconocimiento que había, legislando a base de Real Decreto. Si la sociedad, la Administración General del Estado y las Administraciones territoriales no se han dado cuenta de que los graduados sociales hemos sacado para adelante a las empresas… Y es que, muchas empresas no se han cerrado porque muchas veces hemos hecho incluso de psicólogos. Éramos los únicos que les facilitábamos la situación porque gestionábamos los ERTEs y demás a la pequeña y mediana empresa, que es el 89 por ciento de este país. 


Ahora con la Guerra de Ucrania está pasando lo mismo. La inversión se retrae y si se retrae en un país de servicios como es este, la economía decae, y si a eso le sumas una inflación desbocada y un IPC desbocado… Por los datos que yo analizo, estamos estirando demasiado la goma de la Guerra de Ucrania. No podemos decir que la inflación ahora está en el no sé qué cuando resulta que antes de la Guerra de Ucrania estaba en el 7 y todos estos macrodimensiones, todos estos números macro, no nos vamos a engañar, no digamos que los utilizamos como nos da la gana, pero casi. Hay muchas maneras de atajar todas esas cosas y, claro, el trabajo nuestro está siendo muchísimo más grande. Lo que pasa es que vamos a ver cuánto tiempo aguantamos sujetando toda la carga; estamos sujetando el 70 por ciento de la carga de la Administración. Nosotros nos hemos cogido todo ese trabajo y ellos tienen menos funcionarios. Al final, ¿por dónde pasa? Por el colaborador social.


P.- ¿Has percibido ahora que llega el final de año que muchas empresas hayan tenido que cerrar en Zamora? ¿Y desde tu posición, cómo esperas que le va a ir a las empresas en 2023?

R.- Aparte de los datos que manejamos, te puedo decir que la pequeña y mediana empresa y el autónomo están haciendo unos esfuerzos terribles por mantenerse ahí. Vale más una imagen que mil palabras. Vamos San Torcuato abajo, vamos viendo todo lo que hay cerrado, y vamos Santa Clara abajo, aunque esté un poco más activa. Bueno, pues eso trasládalo al resto de la provincia. El problema está en que en una provincia de servicios como la nuestra, cuanto menos dinero le queda al consumidor final, menos consumo hay y si hay menos consumo, hay menos ganancia, y si hay menos ganancia, hay menos puestos de trabajo, con lo cual, es la pescadilla que se muerde la cola. 


Los números están siendo malos; ojo, yo pensé que iban a ser todavía peores, pero, desde luego, en el sector de hostelería y comercio hay muchos cierres. Para eso tenemos que hacer algo y la vía es bien clara: hay que reducir costes de empresa para que la reducción que se haga revierta, no para que la empresa gane más, sino para que la reducción que se haga revierta una parte en la empresa y otra parte en las retribuciones del trabajador. El trabajador tendrá más dinero disponible, consumirá más, se pagarán más impuestos y al final, revierte. Si no hay consumo, no hay demanda, y si no hay oferta, no hay posibilidad de consumir.


P.- Quizá haya empresas que se libren por el tirón de la Navidad, pero llevan muchos meses soportando mucha carga….

R.- Claro, ten en cuenta que recuperar todo ese tiempo… Aún hay empresas, pocas, pero las hay, en algún sector deteriorado como pueden ser las agencias de viajes, que tienen todavía a trabajadores en ERTE. Si todavía los mantienen, es porque no tienen ocupación para darle y si no tienen ocupación para darle, es porque aún no se han recuperado, y mientras no se recupere la economía de la calle, tampoco se va a recuperar la de las empresas. Lo fundamental es hacer las cosas con sentido común, si no, a medio y largo plazo acaban cayéndose. El futuro de cualquier país apostaría por esta fórmula: menos políticos y más técnicos.


P.- ¿Cómo ves el futuro de la profesión? Venimos de una época con aumento de alumnos. ¿Cómo está ahora el panorama?

R.- Los alumnos están subiendo, nuestra Escuela en Zamora ha crecido, y ahora mismo esta es una profesión que no tiene paro. Antes éramos los grandes desconocidos, pero es verdad que a raíz de la covid se nos ha reconocido más. Con la Escuela de Relaciones Laborales vamos a renovar el convenio que tenemos firmado y le vamos a dar a los chicos los talleres de Procesal en febrero y marzo. Vamos a simular juicios, a enseñarles a formular una demanda, a cómo tienen que defenderla y en el propio Tribunal. Incluso contaremos con algún ex juez para que haga las vistas. Luego está el taller de nóminas, que es importante porque la gente dice que una nómina la hace un programa, pero hay que saber hacerla bien y es bueno que se vayan familiarizando con ese tipo de cosas, con la parte administrativa. Y luego está la pelea de toda la vida: que se vayan familiarizando con la toga y que tengan en cuenta que los mejores para defender en el Juzgado de lo Social somos nosotros porque tenemos cuatro años de formación más los másteres correspondientes, mientras que el Derecho tiene asignatura cuatrimestral.


P.- Desde fuera vemos que esta profesión implica tanta tecnicidad que quizá nos invite a pensar que no se requieren otras habilidades. ¿Qué cualidades tiene que tener una persona para ser un buen Graduado Social?

R.- En esta profesión hay que estudiar cada día, estudiar mucho, más que en la carrera. Hay que tener capacidad de sacrificio porque esta profesión es sacrificada y poco agradecida la mayor parte de las veces. Entonces, capacidad de sacrificio, tener la voluntad de querer renovarte y aprender cada día porque es una profesión muy dinámica. Fíjate, la última renovación del Código Penal fue en 2015, y entorno al Derecho del Trabajo, en una misma semana, he visto 30 o 40 documentos nuevos. Hay que querer mejorar cada día. Si no tienes esa capacidad de sacrificio, te vas a quedar fuera de juego a los tres días. En lo que es jurisdicción, el juzgado, tienes que tener capacidad para negociar porque muchos procedimientos se pueden evitar con una buena negociación y para eso tienes que defender los interesases de tu parte, pero también tienes que ser lo suficientemente coherente y buen negociador para decirle a la empresa: “Mira, hasta aquí puedes llegar”. Tienes que saber hasta dónde puedes llegar y qué línea sería arriesgar más de la cuenta. Si quieres ser un buen jurista, tienes que leer muchas sentencias.


P.- La capacidad de negociar no la tiene todo el mundo, ni con la práctica. ¿Es algo innato?

R.- Tanto yo como mis compañeros, los que llevamos ya un tiempo en esto, sí somos partidarios de que los jueces en sala sancionen más por temeridad. Tú no puedes llegar y decir, como una profesora mía del máster: “Cada vez que llevéis un procedimiento en el que haya una mujer, solicitad vulneración de derechos fundamentales”. No señoría, siempre no, siempre que se pueda demostrar y siempre que la haya habido. Eso de tirar los pies por encima no está bien. En esta profesión, también en la abogacía, hay mucho kamizaze que va a pedir y luego le dirá al cliente que el juez no se lo ha querido dar. No puede haber aberraciones en las demandas, esto colapsa los juzgados y supone un gasto para el Estado.