Costumbres de una Navidad de antaño

Mientras las capitales y grandes localidades se visten de luces y los comercios y grandes almacenes se llenan de clientes en busca de los regalos navideños, la Navidad en algunos pueblos sigue siendo más modesta y, recordando en cierta manera, aunque los tiempos han cambiado, a las Navidades de entonces. El medio rural es un espacio ideal para intentar vivir las fiestas como se han vivido toda la vida hasta la irrupción de internet o de las grandes superficies. También el medio rural de Zamora.

COSTUMBRES NAVIDEÑAS DE SIEMPRE

Hoy es sencillo montar un portal de Belén, encargando las figuritas vía digital y recibiéndolas en un paquete a la puerta de casa al día siguiente. En los pueblos de Zamora la estrategia era distinta: se organizaban salidas al campo en busca de musgo o piñas secas para preparar esos adornos festivos. A esto hay que sumar la Misa del Gallo, un tanto diluída en las capitales, o el aguinaldo, que aunque no desaparece, siempre pervive con más fuerza en el mundo rural, un espacio en el que no falta la matanza, ideal para reunir a las familias y amigos en estas fechas y hacer algo juntos. Por no hablar de los villancicos, animados por esas panderetas de plástico con postal navideña estampada que nos retrotraen a nuestra infancia.

Cruzamos los dedos y pedimos que esas costumbres que aportan un encanto especial a la Navidad y que siguen más vivas en el mundo rural nunca desaparezcan. Y, por supuesto, que cada vez participemos más de ellas. Porque, pese a la búsqueda del desarrollo y a la necesidad de avanzar, hay cosas que esperamos que nunca cambien.