Coag lanza una campaña de recogida de firmas para rechazar la desregulación de los nuevos alimentos modificados genéticamente

La organización alerta de la entrada de productos en el mercado europeo sin evaluación, transparencia ni trazabilidad.

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Tomate huerta


La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag), a través de la Coordinadora Europea Vía Campesina, (ECVC), se unió a la alianza de organizaciones que piden el mayor número de firmas para una petición contra la desregulación de los nuevos OGM, más conocidos como alimentos modificados genéticamente. Esta petición forma parte de una campaña europea liderada por una coalición de más de 50 organizaciones de más de 15 países de la Unión Europea, en la que se pide que todos los OGM, nuevos y antiguos, sigan estando estrictamente regulados y etiquetados en la UE, con el fin de respetar los derechos de los agricultores y ciudadanos a una alimentación y una agricultura sin OGM. 


"ESTRICTA" LEGISLACIÓN

Un comunicado de Coag señaló que, en la actualidad, existe una “estricta” legislación en la UE sobre los OGM, gracias a la movilización agraria y ciudadana que se opone mayoritariamente al uso de estas técnicas en la agricultura. Gracias a este marco legislativo, todos los OGM están sujetos a una evaluación de riesgos y etiquetados, lo que garantiza la seguridad y la transparencia de estos productos para consumidores y agricultores. Eso sí, advirtió que, bajo la presión del lobby de la industria de las semillas transgénicas, la Comisión Europea está lanzando propuestas para desregular algunas nuevas técnicas de modificación genética, a las que llama nuevas técnicas genómicas, que son los nuevos OGM. 


“Sin la movilización ciudadana, la Comisión Europea y los Estados miembros podrían aprobar durante el primer semestre de 2023 una desregulación de estos nuevos OGM, y por tanto su entrada en el mercado europeo sin evaluación, transparencia ni trazabilidad. Todos los OGM, antiguos o nuevos, están patentados, lo que refuerza el control de las semillas por parte de un puñado de multinacionales que dominan este mercado y destruye la autonomía y los derechos de los agricultores respecto de sus semillas. Además, los riesgos sanitarios y medioambientales de estas técnicas no se conocen y deben evaluarse para cada nuevo OGM. Es esencial que la UE aplique el principio de precaución para proteger a los ciudadanos”, recogió la nota. 


La organización sentenció que los OGM, nuevos y antiguos, son “absolutamente incompatibles” con el modelo social y profesional de agricultura de pequeñas y medianas explotaciones, mayoritario en Europa, y principal herramienta para abordar los retos medioambientales, climáticos y de seguridad alimentaria.