El sesgo de género en las universidades

​Poco más del 20 por ciento de los catedráticos de este país son mujeres. Y es que, el desequilibrio entre ellas y ellos aumenta según se avanza en el escalafón.

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Mujer en un despacho


Tan solo el 22,5 de los catedráticos de este país son mujeres. Únicamente once del medio centenar de universidades públicas tienen como lideresa a una fémina. Otro dato: 19 de las 76 públicas y privadas están encabezadas por una mujer. Sin duda, las estadísticas no dejan lugar a dudas. La desigualdad en la carrera académica existe y la cosa se complica según se avanza en el escalafón. Y eso que se ha avanzado desde que en 1982 conociéramos a la primera mujer rectora en España, Elisa Vera. Pero aún queda mucho camino por recorrer. 


EXIGENCIAS

Además de la brecha salarial, en este ámbito existen, como en otros muchos sectores, problemas relacionados con la ubicación de la mujer en la jerarquía laboral y directiva. Según afirman muchas docentes, existe minusvaloración de aquellos espacios donde la mujer predomina. La pregunta es: ¿por qué hay hoy por hoy tan pocas mujeres catedráticas? Los inconvenientes hay que buscarlos en las problemáticas de base. La exigencia para llegar a estos puestos es elevadísima en lo que se refiere a la investigación, y esta labor requiere el tiempo que sigue faltando a aquellas con impedimentos para conciliar, entre otras cosas. 


Es decir, los mismos aspectos que perjudican a las mujeres en otros terrenos aparecen también aquí. Remediarlo pasa por incentivar la participación de la mujer en absolutamente todos los sectores de la sociedad. Y para lograrlo es necesaria la implicación de, entre otros, el gobiero regional y entidades como Caja Rural de Zamora, que luchan por la igualdad para la mujer abordando realidades como la que contamos gracias a sus programas centrados en la mujer.