La plataforma Litos por la Sanidad Pública: “Algunas de las medidas del Plan Aliste ya se han puesto en marcha durante la pandemia y no funcionan”

“Algunas de las medidas del Plan Aliste ya se han puesto en marcha durante la pandemia y no funcionan”. Así de tajantes se muestran los miembros de la plataforma Litos por la Sanidad Pública, que ha celebrado hoy una nueva concentración reivindicativa con una petición principal: que el día de la semana que los facultativos pasan visita en el consultorio de la localidad (los martes), lo hagan sin necesidad de cita previa para los pacientes.

Precisamente, esta exigencia de la cita previa es una de las claves del denominado “Plan Aliste”, el proyecto piloto que la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León puso en marcha antes de que la pandemia obligara a poner sus propios protocolos y medidas de Atención Primaria, y que ahora se extenderá ya a toda la comunidad autónoma, según ha anunciado recientemente su consejera, Verónica Casado.

Casado solicitó públicamente la semana pasada que le dejen demostrar que el sistema funciona. Sin embargo, "algunas de las medidas de la reordenación que propone también se han puesto en práctica en el período post confinamiento en el que se han empezado a recuperar las citas presenciales". En concreto, muchos consultorios rurales han visto cómo debían solicitar cita previa para ser atendidos presencialmente por los facultativos, siempre y cuando éste considerara que su caso no se podía resolver telefónicamente.

Los habitantes de la Zamora rural se han visto, así, atrapados en una intersección de medidas: por un lado, consultas telefónicas, tal como se había hecho durante el confinamiento, y a pesar de que se había comenzado a recuperar la apertura de los consultorios. Por otro, y si el doctor o enfermera consideraban que la consulta merecía ser presencial, la exigencia de la cita previa, tal como ya preveía el Plan Aliste.

Cita previa provisional

Los vecinos de Litos sostienen que la exigencia de cita previa resulta un importante escollo para personas del perfil habitual del mundo rural: mayores y con dificultades para gestionar consultas telefónicamente. Y si difícil es para ellos gestionar la cita telefónicamente, mucho más tratar de explicarles a su médico o enfermera qué les ocurre sin tenerles frente a frente y sin ser reconocidos.

La conclusión es clara: "las medidas que la consejera pide que se dejen probar ya se han probado, y no funcionan".

Los vecinos de Litos manifiestan así su preocupación, ya que, en principio, la necesidad de cita previa era una medida provisional necesaria debido al COVID-19. Así se desprende de la respuesta de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Zamora a un escrito enviado por la plataforma de la localidad.

María Ángeles Álvarez Mariño, directora médico de Atención Primaria de Zamora, indicaba en su misiva enviada a finales de julio que se trata de una medida en el contexto de los esfuerzos que se realizan para prevenir los contagios, entre ellos evitar aglomeraciones. De su respuesta se deduce, por tanto, que se trata de una medida provisional y vinculada a la pandemia.

Sin embargo, el plan de la Consejería de Sanidad ya contemplaba esta misma medida antes de que comenzase la pandemia. El resultado es que la extensión de aquel plan piloto implicará que la necesidad de cita previa ha venido para quedarse, independientemente de que los protocolos derivados del coronavirus desaparezcan.

Nadie duda de que el sistema de Verónica Casado pueda funcionar para reorganizar las jornadas de los profesionales, y más aún en el contexto de una comunidad autónoma incapaz de retener ni siguiera a los residentes que han hecho prácticas en Atención Primaria. Pero las consecuencias pueden ser nefastas para una población, ya que el sistema de cita previa, para empezar, ya ha demostrado que redunda en un importante empobrecimiento de la Atención Primaria en los pueblos.