La Iberoamericana de Toro, la explosiva propuesta cultural del verano que ensalza las cualidades y el papel de las mujeres creadoras en el arte contemporáneo, echaba a andar hace unos días en diversos espacios de lujo de la localidad. En este tiempo, la macroexposición, comisariada por Víctor del Campo, ha acaparado las miradas de visitantes, vecinos y críticos a partes iguales. Y es que, este proyecto no solo enarbola un discurso de igualdad tan necesario en este ámbito, sino que cuenta con reconocidas artistas cuyas piezas dan lustre a escenarios grandiosos como San Lorenzo o el Santo Sepulcro.
Es precisamente en estos emplazamientos toresanos donde se asientan (hasta mediados de septiembre) las propuestas de dos de las mujeres más reseñables del país en cuanto a vanguardia: Marina Núñez y Rut Olavarri. La primera de ellas exhibe varias "esculturas de cristal tallado en láser que representan a unas mujeres que están en una relación de continuidad, de empatía e incluso de simbiosis con la naturaleza", expresa la protagonista. Habla de "mujeres cuyos cuerpos tienen una textura de árbol y de esa textura también salen ramas," (al estilo la metamorfosis de Dafne, de Ovidio).
El Santo Sepulcro también proyecta un vídeo de Núñez,El cielo errante, donde, se suceden dos modelos cosmológicos, "uno religioso y otro científico, sin fricciones". Ambos modelos afrontan desde perspectivas totalmente diferentes un intento de explicar el cosmos y de sentirlo "como algo armonioso y bajo control", explica la creadora, quien añade que la relación de sus obras con el Santo Sepulcro "es perfecta". Las obras del presente y las del pasado hablan entre ellas "y se lanzan mensajes que pueden ser de confirmación o de confrontación, pueden ser mensajes de admiración, de nostalgia o de subversión, tanto las del presente al pasado como al revés. La obra se enriquece porque hay multiplicidad de lecturas".
Para ella participar en un encuentro como este es muy importante: "La situación de las mujeres en el sistema del arte contemporáneo español es tan profundamente desigual y eso es tan injusto, que cualquier esfuerzo de calidad como la Iberoamericana de Toro para que se vaya produciendo un cierto equilibrio siempre tiene que ser bienvenido".
El entusiasmo por figurar en la lista de mujeres artistas de la primera Iberoamericana de Toro es compartido por Rut Olavarri, cuyas obras pueden contemplarse en San Lorenzo. Dice Olavarri que participar en este evento "es un honor; estoy feliz y encantada y a ver si con esto se consigue que haya más mujeres en los museos, pues se ve bastante desigualdad".
La artista (ella se considera, básicamente, "pintora") presenta trabajos sobre Alicia en el País de las Maravillas y sobre Mari, "la grandiosa de la mitología vasca". Además, los visitantes pueden disfrutar en este espacio de "unos mantos que hablan sobre el proceso pictórico y más pinturas que he hecho para la Iberoamericana", manifiesta.