Situar a la mujer en el centro de la lucha contra la despoblación rural

​Tres de cada cinco habitantes que pierden los pueblos cada hora son mujeres. Para frenar la situación y mejorar su autonomía económica se hace necesario el apoyo de entidades como Caja Rural.

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Mujer campo


Tres de cada cinco habitantes que pierden los pueblos cada hora (concretamente, el 63 por ciento) son mujeres. Esta situación, según cuentan los expertos, hace inviable su futuro si no se toman medidas. Y con este panorama no solamente pierden ellas; no se puede imaginar un mundo rural en el que las féminas no estén presentes. 


De hecho, se trataría de una sociedad artificial, ya que ellas son clave en el desarrollo sostenible de nuestros pueblos y de la sociedad en conjunto. Por todo esto suele decirse aquello de que el futuro del mundo rural "será con mujeres o no será". Entonces, situar a la mujer rural en el centro de la lucha contra la despoblación (fenómeno del que provincias como Zamora, lamentablemente, son referentes, también a nivel europeo) con planes de dinamización económica destinados a ella resulta vital. 


GARANTIZAR SU AUTONOMÍA CON ENTIDADES COMO CAJA RURAL

Entidades como Caja Rural han tomado nota y han doblegado sus esfuerzos para impulsar el apoyo a este colectivo. En este caso, su trabajo se centra en mejorar sus oportunidades y en resolver cada una de sus necesidades a través de la Fundación Científica de Caja Rural. Con este mecanismo no solamente se cubren las alternativas educativas o culturales, también se presta atención a su ocio, entre otras cosas. 


Acciones como estas son el camino para garantizar su autonomía económica y para evitar con ello que las mujeres sean las primeras en abandonar las zonas rurales ante la falta de respuesta a sus necesidades en el medio. No hay que olvidar que desde 1975, España aumentó su población en un 36 por ciento. Sin embargo, grandes extensiones de su territorio se están quedando vacías, en parte por estas carencias. 


Y para frenar el ritmo vertiginoso al que avanza esta situación, arropar a la mujer del campo resulta fundamental.