Visitar una granja, cuidar tu propio huerto o conocer de cerca los caballos son tres de las actividades ideales para realizar en el Mes de la Familia.
Ciertos estudios aseguran que algunos niños pequeños se vuelven retraídos, ansiosos o inseguros con estos comportamientos.
La adolescencia es una época de cambios drásticos, por lo que es necesario que los padres tengan paciencia y las mejores herramientas para que la convivencia resulte satisfactoria.
Elegir ropa holgada y no sustituir agua por bebidas azucaradas son dos de los consejos que pueden servir a las familias ante la llegada del calor.
La sensación de seguridad y pertenencia, pasar tiempo juntos, divertirse... Crear costumbres familiares es imprescindible para el bienestar de padres e hijos.