La tradición frutícola se abre paso online para esta empresa zamorana

Fruta de Toro mantiene las formas de producción tradicionales, a la vez que llega a nuevos clientes gracias a Temu.
|

250820 FRUTA DE TORO imagen 6


Muchos consumidores consideran que la fruta ya no sabe como antes. En la actualidad, el sabor no siempre es una prioridad en la producción, en la que se prima que las frutas resistan largas cadenas de suministro. Este no es el caso de la compañía zamorana Fruta de Toro, ya que la familia Pérez Ruíz sigue produciendo tal y como se hacía en tiempos de su abuelo: las manzanas, peras y frutas de hueso maduran en el árbol, la tierra es cuidada con delicadeza y se trabaja con las estaciones, no en contra de ellas.


Una de las dificultades a las que se enfrentaba la compañía era llegar a compradores que realmente valorasen esta forma de trabajar. Actualmente, y gracias a su alianza con el marketplace global Temu, venden directamente a los consumidores, sin depender de intermediarios ni de distribuidores mayoristas. Este acceso a nuevos clientes les permite sostener su pequeña granja, y seguir siendo independientes y trabajando cómo siempre lo han hecho. Tal y como explica Pablo Pérez Ruíz, actual propietario de Fruta de Toro: "Con Temu, encontramos la forma de continuar cultivando la fruta tal y como lo hacía nuestro abuelo, y al mismo tiempo, llegar a nuevos clientes, incluso fuera de España".


Una granja familiar con raíces profundas

La historia de Fruta de Toro comenzó hace más de 80 años, cuando el abuelo de Pablo Pérez Ruíz dejó un negocio de dulces en Valladolid para empezar de nuevo en Villaveza (Toro, Zamora). Allí adquirió unos antiguos pastos en los que plantó variedades locales de manzanas y peras, a los que más tarde añadió frutas de hueso y frutos secos. Durante el auge frutícola de España en la década de 1970 y los años posteriores, la finca se mantuvo fiel a una gestión cuidadosa de la tierra y a prácticas laborales justas, ganando así una buena reputación local por su agricultura responsable y buenas condiciones. Hoy en día, Fruta de Toro mantiene el mismo enfoque, con nuevas plantaciones y equipos modernizados que agilizan la cosecha sin sacrificar la filosofía de baja intervención de la finca. 


Con el modelo de distribución tradicional, los intermediarios añadían capas de costes y tiempos de entrega. Con Temu, Fruta de Toro publica directamente sus productos, establece expectativas, y realiza los envíos desde sus propias instalaciones. Al eliminar los retrasos de la cadena de suministro mayorista, la granja puede dejar que la fruta madure por completo en el árbol antes de ser recolectada.


Su marca de zumos, Alejandrino, llegó a Temu en enero y lleva el nombre de su abuelo. Elaborados en la propia finca con fruta de la cosecha, los zumos no son de concentrado y no contienen agua añadida ni conservantes. 'Es como comerse una pieza de fruta', afirma Pérez Ruíz. Ellos mismos realizan todo el proceso de producción, desde la recolección, prensado y embotellado, hasta el almacenamiento y envío a sus clientes.


Llegando a nuevos compradores en toda Europa

La familia Pérez Ruíz forma parte de un número creciente de pequeños productores que están accediendo a nuevos mercados gracias a internet. En Temu encuentran una alternativa de bajo coste frente a la distribución tradicional y al comercio electrónico convencional. Con bajos costes iniciales y mayor control sobre sus ventas, muchos afirman que Temu les ha ayudado a volver a gestionar sus negocios en sus propios términos.

Tras la implantación de su marca de zumos Alejandrino en Temu, la familia ahora planea incluir otros productos como sidra elaborada en la finca, dulce de membrillo, frutos secos y fruta de temporada. El interés es especialmente fuerte en el norte de Europa, donde la fruta fresca escasea gran parte del año, y el equipo está trabajando en la logística para ampliar las entregas transfronterizas.