Los hechos se remontan al pasado mes de abril, cuando un repartidor de comida rápida denunció haber sido agredido por otro compañero de profesión tras una acalorada discusión motivada por una infracción de tráfico. Como consecuencia del altercado, el denunciante sufrió lesiones de “carácter grave”, lo que activó la apertura de una investigación en el marco de la Operación ‘Repartiza’.
Tras iniciar las primeras diligencias y recabar imágenes de cámaras de seguridad de edificios cercanos y testimonios de varios testigos presenciales, se logró esclarecer que se trató de una “agresión mutua” entre ambos repartidores, informa Ical.
Durante la investigación, se localizó al segundo implicado, quien también presentaba lesiones y daños materiales en su equipamiento de trabajo, incluyendo un casco y un teléfono móvil valorados en más de 400 euros.
A comienzos de junio se llevó a cabo la fase de explotación de la operación, lo que culminó con la detención de ambos individuos, vecinos de Valladolid. El primero fue detenido como presunto autor de un delito de lesiones y otro de daños materiales, mientras que el segundo fue detenido como presunto autor de un delito de lesiones graves.
La Guardia Civil ha instruido las diligencias correspondientes y han sido entregadas al Juzgado de Guardia de Valladolid.