El precio medio de una vivienda libre en alquiler en Castilla y León se situó en 2024 en 656 euros, con un incremento del 7,9 por ciento respecto al año anterior, y representa el 35 por ciento de los ingresos de una pareja joven. De ahí que la tasa de emancipación de los jóvenes de entre 16 y 29 años de la Comunidad bajara tres décimas en el primer semestre de 2024 respecto al dato del año anterior y se situó en el 14,4 por ciento, lo que supone el más bajo desde 2006, fecha en que el Consejo de la Juventud de España (CJE) realiza este estudio.
El Observatorio de Emancipación, publicado hoy por el CJE y recogido por la Agencia Ical, concluye que el alquiler en Castilla y León continúa siendo una “opción difícilmente asumible” para buena parte de la juventud. No en vano, alquilar una vivienda para una persona asalariada joven suponer destinar en promedio el 57,5 por ciento de su sueldo mensual, aunque se dispara al 104 por ciento en el grupo de 16 a 24 años.
La compra de una vivienda en la Comunidad con financiación hipotecaria tampoco es una opción, ya que implica un esfuerzo económico “considerable” para la juventud. El Consejo de la Juventud señala que el precio medio libre se situó en 108.300 euros, lo que exige a una persona joven asalariada dedicar 7,9 veces su salario para poder acceder a la propiedad.
Ante este panorama, la alternativa es el alquiler de una habitación en piso compartido, que presenta costes “más accesibles”, según el Observatorio. En concreto, en las capitales de provincia, los precios oscilan entre 220 y 300 euros, lo que requiere un esfuerzo de entre el 11,8 y el 16,1 por ciento de los ingresos de un hogar joven.
La tasa de emancipación en Castilla y León es cuatro décimas menos que la media de España, que se situó en el 14,8 por ciento, que también fue el porcentaje desde 2006. Varía entre las provincias, ya que alcanza el 18,5 por ciento en Salamanca, seguida de Burgos (13,5 por ciento) y León (12,5 por ciento). Por el contrario, Valladolid y Ávila muestran tasas más bajas, en torno al 11 por ciento. La presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, aseguró que la emancipación no debe ser un privilegio sino un “derecho social”.
El acceso a una vivienda no es el único problema para que los jóvenes abandonen la casa de sus padres sino que también influye su situación económica. “La emancipación es más probable entre los jóvenes que están ocupadas por que el empleo juega un papel central en el acceso a la autonomía”, precisó el Observatorio.
En este sentido, la tasa de empleo juvenil en la Comunidad alcanzó en la primera parte de 2024 el 39,2 por ciento, con una participación “especialmente alta” en el grupo de 25 a 29 años (71 por ciento). Sin embargo, el Consejo de la Juventud advirtió que “persisten” la temporalidad (37,1 por ciento) y los contratos de corta duración, así como una sobrecualificación que afecta al 38,8 por ciento de quienes tienen estudios superiores.
Otro dato que destaca el estudio del CJE es que un 26,5 por ciento de las personas jóvenes se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, proporción que asciende al 44,5 por ciento entre quienes están en el paro y al 57,5 por ciento de los que no perciben ingresos ordinarios. Además, un 14,9 por ciento de la población joven con un trabajo estaba en riesgo de pobreza o exclusión social.
El salario mediano de una persona joven se estableció en 13.683 euros netos anuales, con una brecha entre hombres y mujeres, ya que los varones ganan 1.683 euros más que las féminas, que trabajan casi dos meses “gratis”.
2.000 jóvenes se van cada año
La última variable analizada por el informe es que Castilla y León continúa con la pérdida de su juventud hacia otras comunidades autónomas, con un saldo interautonómico negativo de 2.057 personas en el último año, que van a otros lugares en busca de oportunidades laborales, de empleo o residenciales. “El Observatorio es una herramienta clave para entender los desafíos a los que se enfrentan los jóvenes en un territorio con una población bastante envejecida, en la que únicamente el 12,5 por ciento de sus habitantes es menor de 30 años”, aseveró Ámez.
Con estas cifras y en presencia del secretario del CJE, Javier Muñoz , aseguró que emanciparse sigue siendo una “posibilidad remota para una buena parte de los jóvenes”, por el coste de la vivienda, la precariedad laboral, la sobrecualificación y los bajos salarios que dibujan un “panorama en el que construir un proyecto de vida en Castilla y León parece una carrera de obstáculos”.
En el mismo sentido, se pronunció el presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León, Enrique Cabero, al señalar que la emancipación de los jóvenes repercute en el reto demográfico y es “muy importante” para el crecimiento de la actividad económica y empresarial y el empleo de calidad, con la contratación de personal cualificado para la transformación socioeconómica de las empresas. “Sin emancipación real del colectivo no se puede desarrollar el proyecto de vida de una persona en la Comunidad”, añadió. A su juicio, la emancipación debe llegar antes de que las personas dejen de ser legalmente jóvenes. Es por ello que abogó por “invertir” en juventud, más en una sociedad longeva como la de Castilla y León.
Compensación del sobreesfuerzo habitacional
Entre las medidas que propone el Consejo de la Juventud de Castilla y León para aumentar la emancipación, están “garantizar” la inserción laboral vinculada al territorio, que pasa por reducir la “discordancia” entre la educación y las necesidades empresariales; generar programas específicos para fomentar la cesión, la rehabilitación y el uso de viviendas vacías, sobre todo en municipios rurales, y el aumento del parque público de vivienda, y la creación de un fondo autonómico de compensación del sobreesfuerzo habitacional, con mecanismos de garantía pública para que ningún joven tenga que destinar más del 30 por ciento de su salario en el pago del alquiler de la vivienda. Por último, demandó recuperar las oficinas de autonomía juvenil, con personal cualificado del tejido asociativo, para que los jóvenes tengan una ventanilla única de información.