Jambrina es una pequeña localidad situada en el corazón de la comarca de La Tierra Del Vino que actualmente está viviendo unos días de mucha preocupación por la pretensión de instalar dos de enormes plantas de biogás a menos de 2 Km de su casco urbano. Entre ambas plantas se estima que se ingresarían 200.000 toneladas de residuos al año, unas 550 toneladas diarias.
El rechazo a estos dos proyectos en este municipio es prácticamente unánime, prueba de ello es que en un pueblo que en invierno se queda con unos 100 vecinos y empadronados hay una cincuentena más, se ha hecho una recogida de firmas contra estos proyectos, en la que sólo se ha permitido participar a la gente del pueblo y a los hijos del mismo, y se han conseguido un total de 435 firmas.
En lógica coherencia se han iniciado una serie de acciones entre las que se incluye colgar una pancarta a la entrada del pueblo en la que se muestra la preocupación y el rechazo que causan los proyectos de estas desmesuradas plantas de biogás.
Este acto también sirve de presentación del logo y del lema que resume el sentimiento que moviliza al pueblo. El lema de “Biogás, así no” habla de lo que preocupa al pueblo: una forma de gestionar los residuos que incluye la construcción de plantas de biogás de un tamaño desmesurado que supera con mucho las necesidades del municipio, por lo tanto, no se trata de una oposición a la implementación del biogás, si no a esta forma de hacer.
Jambrina no quiere que instalen macro plantas de biogás a la puerta de su casa y tampoco desea esta condena para ningún otro pueblo. Jambrina no entiende de donde se van a sacar tantos residuos, Jambrina no confía y por lo tanto tiene miedo de las consecuencias del desarrollo de estos proyectos.