"¡Lo logré!", exclamaba Rocky en la cúspide de aquella escalera kilométrica. Esta icónica imagen, con una tropa de seguidores detrás de su héroe, ha quedado estampada para siempre en la historia del cine. La escena, a la que nuestro subconsciente acompaña inevitablemente con las impactantes notas del archoconocido Gonna fly now, representa la superación después de haber transitado por caminos complicados.
"CADA VEZ MENOS COMIDA..."
Suponemos que nuestro protagonista no esculpe su cuerpo destrozando un coche del desguace con un mazo ni hundiendo sus puños en costillares de vaca, pero su rutina destila la dureza de los hábitos de Balboa. Él también abre los ojos cuando hasta los gallos duermen y no detiene el cronómetro hasta que se reencuentra con la almohada.
Su despertador ha sonado hoy a las 4.40 de la madrugada, instante en el que ha arrancado una batería infinita de tareas; todas escrupulosamente medidas: desayunar, ayunar, entrenar, entrenar a otros (su trabajo)...y "cada vez menos comida, cada vez menos comida", repite resignado y añade: "Mentalmente es muy duro; tienes que estar muy preparado para no tirar la toalla". No es, ni más ni menos, que la reiteración diaria de un plan cuyo objetivo se resumiría en las dos palabras con la que iniciábamos estas íneas: "¡Lo logré!"
ENVUELTO EN LA BANDERA DE ZAMORA
Y, sí, Rubén Prieto las pronunció la pasada semana, en el arranque de la temporada, durante la celebración del Arnold Classic Europe, en Las Rozas (Madrid) mientras ondeaba la bandera de Zamora. Además, lo hizo por partida doble: se proclamó Campeón Classic Master 45 y Campeón Absoluto Classic Master. Se colgó también el bronce en Classic Bodybulding sénior de más de 1,80 cm. Su proeza no se quedó ahí; consiguió la tarjeta de la IFBB Élite Pro, el pase que da derecho a participar en competiciones profesionales.
UN ERROR DE CÁLCULO
El zamorano no esperaba este último éxito en la citada competición; sí, revalidar su título de Classic Physique Master: "Me quedó mal sabor de boca porque creo que hubiera ganado en esta categoría", nos desvela. No pudo cumplirse este deseo, puesto que el culturista ni siquiera llegó a subir al escenario para competir en este apartado: "Me descuidé, salí fuera de la Plaza de Toros donde se desarrollaba el evento; la prueba se adelantó bastante y cuando accedí, ya estaban saliendo los participantes", lamenta.
LOS RETOS QUE VIENEN
En cualquier caso, se felicita por el resto de medallas, las que se colgó en compañía de su novia, de un amigo que le ayudó a tintarse y de su entrenador ("una bellísima persona sin la que no hubiera conseguido nada", dice): "¿Qué más quiero?" expresa sonriente. El mismo Rubén Prieto se proporciona la respuesta. Y es que, tras su baño de gloria en Las Rozas, afronta sus próximas dos citas con ambición: "Voy a ambas para intentar ganar", manifiesta. Habla de la Copa del Mundo, que se celebrará en Barcelona del 31 de octubre al 3 de noviembre, y del Míster Universo, "del 22 al 24 en Portugal".
Deseamos que el zamorano remate estas competiciones como culminó el reciente Arnold, "con una buena comilona; aunque después tenga que darme más caña entrenando", sonríe. Eso significará que se ha codeado de nuevo con la gloria.