Por su parte, en la categoría amateur, el premio fue a parar a las segovianas Daniela López Sanz, Laura Sacristán y Carlota del Amo, de entre 20 y 21 años. Su postre consistió en unas galletas campurrianas que lucían los emblemas de este 550 aniversario, la corona y la Y con la que la reina firmaba su nombre, delicadamente elaborado sobre la galleta.
Las tres son estudiantes de tercero del grado de Historia en la Universidad Complutense de Madrid. Apasionadas de la historia de Segovia y de los tiempos de Isabel la Católica, buscaron en libros de repostería de aquella época para que el postre fuera lo más veraz posible, utilizando ingredientes habituales en aquel entonces como almendras, harina, azúcar, miel y merengue.
“En una ciudad como Segovia, la gastronomía no podía faltar en esta celebración. Queríamos que esta efeméride tuviera su propio postre y el resultado ha sido excelente”, según señaló la concejala, quien comentó que la decisión no fue fácil, ya que la motivación de cada postre contaba una pequeña historia que transmitía la emoción que estos artistas han puesto en sus obras.
En total se presentaron cuatro postres en la categoría profesional y tres en la amateur. El jurado que seleccionó estos dos postres estuvo formado por la concejala de Turismo, May Escobar; Rocío Gil, presidenta de la Asociación de Pasteleros de Segovia; Vicente Calle, presidente de la Asociación de Cocineros; Berta Migueláñez, docente del CIFP Felipe VI; la técnico de la concejalía de Turismo, Belén Peña y la gerente de Turismo de Segovia, Patricia Otones.