Tudanca, ante la petición a Ábalos de renuncia al acta: “No somos iguales, primero el país, luego el partido”

El secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, defendió hoy la petición de su partido de que el exministro José Luis Ábalos entregue este martes el acta de diputado en el Congreso después de ser salpicado por el caso Koldo, y marcó distancia con el PP en materia de presunta corrupción porque aseguró que no son iguales. 

“En el Partido Popular nadie dimite”, manifestó durante una rueda de prensa convocada para analizar los Presupuestos de este año, pero en la que se pronunció ante la situación creada en el PSOE por Ábalos a quien el partido pide que deje su acta por el denominado caso Koldo, su asesor implicado en el caso de las mascarillas. 

Tudanca argumentó que para el PSOE primero es el país, luego el partido y después uno mismo y aseguró que dicho criterio “vale para todos”, pese a que Ábalos no esté en el sumario del caso de quien fuera su asesor en su etapa como ministro de Transportes. 

En relación al Partido Popular, incidió en que “quien denunció un caso similar fue expulsado”, cuando era “el jefe”, en referencia a la denuncia de Pablo Casado sobre el cobro de comisiones por mascarillas por parte del hermano de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. 

“Cuando en el PP alguien señala al corrupto, le echan y nosotros cuando tenemos a alguien manchado le echamos”, argumentó Tudanca, para rebatir que PP y PSOE sean iguales en casos de presunta corrupción, donde manifestó, ahora que se ha iniciado el juicio por el caso ‘Perla Negra’, que a ninguno de los altos cargos de la Junta encausados se le pidió dejar el cargo.

Según el dirigente socialista, con el criterio del PP de pedir dimisiones en el PSOE por responsabilidad, vigilanndo y ética pública, también “deberían dimitir Mañueco, Ayuso y Almeida”. Al respecto, recordó que el hoy presidente del PP de Castilla y León lo fue de la Comisión de Ética del PP cuando estaba salpicado por presuntos casos de corrupción, y “tenía que vigilar”. “Así que, no, no somos iguales”, zanjó.