Las pequeñas empresas de Zamora y Ávila, las “más afectadas” por la subida del SMI que ya supera el 90% de su salario medio

CEOE Castilla y León advierte del impacto en el dinamismo económico y la creación de empleo
|

 08MAX202311627406


Nuevas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) vuelven a salir a la palestra con peticiones desde los sindicatos y la plena disposición de la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díez. Las organizaciones empresariales pondrán sobre la mesa de negociación subidas del tres por ciento, con las que el SMI para 2024 se situaría en 1.112,40 euros al mes por 14 pagas (15.573,6 euros al año) y, para 2025, en 1.145,77 euros cada mensualidad (16.040,78 euros al año).

CEOE en la comunidad explicó que su propuesta se basa en el IPC, la productividad nacional, el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional y la coyuntura económica. Los sindicatos lo tacharon de “insuficiente” y desde la patronal en Castilla y León han expuesto que, en la actual situación económica, toda subida del SMI “sin duda, puede llevar a un menor dinamismo económico en el futuro y a una menor creación de empleo”.

En este contexto, un informe de Cepyme constata que las pequeñas empresas de las provincias de Ávila y Zamora son “las más afectadas” en España por las subidas del SMI, hoy, en 1.080 euros, que ya alcanza el 93,6 y el 91,7 por ciento del salario medio que estas actividades abonan a sus trabajadores. En León, ese porcentaje se sitúa en el 86,2 por ciento; en Salamanca, el 86,9 por ciento; y en Segovia, en el 84,8 por ciento. Estas cinco provincias están entre las ocho con mayor porcentaje de España de peso del SMI en relación al salario medio en pequeñas empresas.

El estudio sobre competitividad de la pyme recuerda que, desde 2016, el salario mínimo subió en España un 65 por ciento y remarca que es “algo que no responde ni a la productividad (el PIB por ocupado cayó 2,9 por ciento desde entonces) ni a la inflación (el aumento del IPC acumulado desde 2016 ronda el 20 por ciento)”.

En este sentido, Cepyme denuncia que esa subida “castiga más a las pequeñas empresas pues son, por su relativamente baja productividad media, las que pagan menores salarios”. Una situación, indica, que se agudizó en los últimos dos años (entre el segundo trimestre de 2021 y 2023), en los que el salario medio de las empresas pequeñas subió 12,6 por ciento, frente a 9,5 por ciento en el caso de las medianas y 6,6 por ciento, en el de las grandes.

Cepyme indica que, si el objetivo era que el salario mínimo equivaliera al 60 por ciento del salario medio, para las empresas pequeñas la proporción equivalió a más del 68 por ciento en España a comienzos de 2023.

El estudio expone que en 21 provincias españolas, el SMI de 1.080 euros equivale al 65 por ciento o más de su respectivo salario medio, llegando en los dos “casos extremos” (Ávila y Zamora) a superar el 75 por ciento. En concreto, en el caso de la provincia abulense llega al 79,5 por ciento, y en el de la zamorana, al 77,9 por ciento, atendiendo a la media de los cuatro últimos trimestres (hasta el segundo de 2023). Tras estas dos provincias, están Badajoz (74,6 por ciento) y Alicante (73,8 por ciento), a continuación, aparecen Salamanca (73,8 por ciento) y León (73,2 por ciento), Toledo (72,4 por ciento) y Segovia (72 por ciento).

La patronal agrega que si se restringe el análisis a las pequeñas empresas, en 23 provincias, el SMI supera actualmente el 75 por ciento de su salario medio. “Una vez más, las pequeñas empresas de Ávila y Zamora son las más castigadas pues, en su caso, esta relación excede el 90 por ciento)”, comenta, a las que también siguen Badajoz (87,8 por ciento) y Alicante (86,9 por ciento); Salamanca (86,9 por ciento) y León (85,2 por ciento); y Toledo (85,2 por ciento) y Segovia (84,8 por ciento).


Una autonomía especialmente impactada

Responsables de CEOE de Castilla y León destacaron, que teniendo en cuenta la naturaleza del tejido empresarial, conformado por pequeñas y medianas empresas y autónomos, “la importante subida del SMI que se viene produciendo en los últimos años afecta muy negativamente no solamente a sus resultados y a su propia viabilidad, especialmente, en momentos de ralentización e incertidumbre como los actuales, sino a la propia creación de empleo”. “Una subida homogénea del SMI que desconoce, por tanto, los sectores y los propios territorios y que tampoco considera la productividad, afecta muy especialmente a las pequeñas empresas como las nuestras, en las que los márgenes son muy estrechos y la productividad muy limitada”, han lamentado.

La patronal autonómica ha constatado que el incremento del SMI impacta en mayor medida en aquellas provincias donde el salario medio es menor y a aquellas actividades económicas en las que la mano de obra supone una gran parte de los costes. “Ambas circunstancias concurren en nuestras provincias, teniendo en cuenta cuál es nuestro tejido empresarial”.

De igual forma, han denunciado que la realidad salarial actual “tiende a la homogeneización, desconociendo sectores, actividades, ámbitos o productividad, de tal forma que, ante la baja productividad existente, el resultado es que toda subida del SMI impacta de forma mucho más directa en salarios medios inferiores y respecto de empresas con baja productividad”.

Además, han trasladado que “no debemos desconocer el impacto del fenómeno de la despoblación en muchas provincias en las que la subida del SMI dificulta la contratación, profundizando en el mencionado problema demográfico”.

En este contexto, han apelado a que el protagonismo debe otorgarse a la negociación colectiva como la herramienta “más eficaz” para modular las diferentes realidades laborales y económicas de cada sector, de cada ámbito, de cada territorio.

Así, la Junta Directiva de CEOE ha defendido su propuesta porque se basa en una subida del SMI para los años 2024 y 2025 que esté en línea con lo acordado en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).

Las organizaciones empresariales, según CEOE en Castilla y León, consideran “adecuada esta propuesta para tratar de mantener una correlación entre la evolución del SMI y la del resto de salarios que se pactan en el marco de la negociación colectiva”.

Esta propuesta tiene como condición sine qua non la modificación de la normativa de revisión de precios en los procesos de contratación del sector público para repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución, tal y como también se recoge en el V AENC firmado por las organizaciones empresariales y los sindicatos.


Europa

Cepyme analiza datos para 2022 del universo de pequeñas empresas privadas (10 a 49 asalariados) y encuentra que “sólo en España y Grecia (precisamente, los dos países con mayor tasa de paro en Europa), el SMI equivale al 70 por ciento del salario medio de este grupo de compañías”.

En este sentido, afirma que en nueve países, entre los que se cuentan Holanda, Luxemburgo y Polonia, esa relación es inferior al 55 por ciento, sin contar otros seis que carecen de SMI”. En Alemania, Francia y otros cinco países, la relación está entre 55 y el 60 por ciento.