Los accionistas de Iberdrola votan la renovación de Galán por cuatro años más

​La eléctrica abonará un dividendo de 32,2 millones si se alcanza un quorum del 70%.
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Galán


Iberdrola celebra hoy en Bilbao la Junta General de Accionistas, donde se someterá a votación la reelección del presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, como consejero ejecutivo de la sociedad por cuatro años más. Galán, quien cumplirá 73 años el próximo 30 de septiembre, llegó al Consejo de Iberdrola en 2001, cuando fue nombrado consejero delegado. De esta manera, superará los 25 años en el órgano de dirección de la eléctrica si cumple en su totalidad el plazo de esta nueva reelección.



Este salmantino, que es presidente de la eléctrica desde 2006, inició su actividad profesional en 1972 en la Sociedad Española del Acumulador Tudor, donde ocupó distintos puestos directivos y de gestión desde los que acometió la expansión internacional de la compañía. Posteriormente dirigió ITP y Eurojet en el sector aeronáutico, además de la empresa de telecomunicaciones Airtel.


La etapa de Galán al frente de Iberdrola ha estado marcada por su apuesta por la expansión internacional, las energías renovables y la sostenibilidad, algo que ha convertido a la compañía en una de las primeras eléctricas del mundo por capitalización bursátil, tras años de crecimiento ininterrumpido.


En estas más de dos décadas, Iberdrola ha llevado a cabo ingentes inversiones en energías renovables, sobre todo, eólica e hidroeléctrica, redes eléctricas inteligentes y almacenamiento energético eficiente (centrales de bombeo). En paralelo, la empresa ha clausurado en todo el mundo centrales térmicas.

Por otro lado, la compañía ha multiplicado por cinco su valor en bolsa, hasta rondar en la actualidad los 70.000 millones de euros, y ha más que cuadruplicado su beneficio, pasando de 900 a más de 4.000 millones.


Para incentivar la participación en la junta, el Consejo de Administración ha propuesto por segundo año consecutivo un dividendo de involucración, siendo la única empresa del Ibex 35 que premia así a sus accionistas por participar en el evento más importante de la compañía.


En concreto, ha propuesto un dividendo de involucración por participar en la junta de accionistas de medio céntimo bruto por acción que se abonará por alcanzar un quorum mínimo del 70% que le puede suponer e pago de 32,2 millones de euros.


El orden del día de la próxima Junta contempla 22 propuestas de acuerdo, entre las que se encuentran modificaciones en los Estatutos Sociales, con los objetivos de reforzar la estructura societaria del Grupo para una gestión más eficiente de los riesgos y de dotar de pleno reconocimiento estatutario al Sistema de cumplimiento de la Sociedad y de cada una de las sociedades del grupo Iberdrola.


Además, se propone la aprobación de las cuentas anuales, el informe de gestión, el estado de información no financiera, la aplicación del resultado de 2022 y dos nuevas ediciones del sistema de dividendo opcional 'Iberdrola Retribución Flexible', así como la reelección de varios consejeros externos y de los consejeros ejecutivos, entre otras.


De esta manera, además de la de Galán, se propone a la Junta General de Accionistas las reelecciones de María Helena Antolín como consejera externa, de Manuel Moreu, Sara de la Rica y Xabier Sagredo como consejeros independientes y de Armando Martínez como consejero ejecutivo. Asimismo, se propone mantener el número de miembros en 14. De este modo, la compañía consolida el alto nivel de independencia de los miembros de su Consejo de Administración, así como su diversidad, a todos los niveles. El amplio rango de edad, experiencia y origen de los consejeros, con seis nacionalidades presentes en el órgano de gobierno, refleja la decidida apuesta por la diversidad de la compañía.


El Consejo de Administración acordó también llevar a cabo un nuevo programa de recompra de acciones propias con la finalidad de reducir el capital social, previo acuerdo de la Junta General de Accionistas. El objetivo es cumplir el compromiso del grupo de mantener estable el número de acciones en circulación, sobre las que se calcula el beneficio por acción, en torno a 6.240 millones.


Para ello, Iberdrola amortizará un máximo de 206.364.000 acciones propias, representativas del 3,201 por ciento del capital social actual de la compañía, entre las que se incluirán las que se adquieran con el programa de recompra.