Condenado en Salamanca a cinco años y diez meses de prisión por abusar sexualmente de una niña de siete años y exhibirse ante su hermana de tres

El hombre, autor criminalmente responsable de un delito de abuso sexual a menor de 16 años, y de otro delito continuado de exhibicionismo, era amigo de los padres y se aprovechó de su confianza con ellos para acercarse a las niñas
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Audiencia provincial salamanca


La Audiencia Provincial de Salamanca condenó a cinco años y diez meses de prisión a un hombre por abusar sexualmente de una niña de siete años y exhibirse ante su hermana de tan solo tres. La sala considera pues al hombre, autor criminalmente responsable de un delito de abuso sexual a menor de 16 años, y de otro delito continuado de exhibicionismo, por los que deberá mantenerse, además, alejado a más de 250 metros de sus víctimas otros seis años tras cumplir la condena. 


Por otro lado, el magistrado le impone en la sentencia a la que tuvo acceso Ical la medida de libertad vigilada por tiempo de ocho y cinco años, respectivamente, por el delito de abuso y por el de exhibicionismo continuado. Además, queda inhabilitado para cualquier profesión, oficio o actividades que conlleven contacto regular y directo con menores de edad, Aparte de las costas procesales, deberá abonar en concepto de indemnización por daño moral 7.000 y 1.000 euros, respectivamente, a cada una de las niñas.


La sala considera probado que el condenado, mayor de edad y sin antecedentes penales, tenía una relación de amistad “desde hace años” con el matrimonio que forman los padres de ambas niñas, ya que fue compañero de trabajo de él. Por eso acudía “frecuentemente” a su domicilio, ubicado en Vitigudino, y a menudo “comía o pasaba largos ratos”, sobre todo los fines de semana. 


Sin embargo, el 28 de noviembre de 2020, según el relato judicial, tras comer juntos en la vivienda, sobre las cinco de la tarde invitó a la hija mayor, nacida el de 2013, a que se fuera a pasar un rato con él jugando con una ‘tablet’ en su domicilio, a lo que accedió la niña, con el consentimiento de sus padres, “dada la confianza que estos tenían en él”.


Una vez estaban en su casa, “guiado por un propósito lascivo y libidinoso, le bajó los pantalones a la niña y, a continuación, le chupó su zona íntima, para luego, él mismo bajarse sus pantalones pidiéndole a la menor que le tocara el pene”. Tras lo sucedido, la niña abandonó la casa “precipitadamente”, y se dirigió a la suya para contarle a su madre los que acababa de sufrir. 


Asimismo, según consta en la sentencia, “en varias ocasiones”, en fecha y hora indeterminada, pero cerca del citado 28 de noviembre de 2020, “voluntariamente, mostró su pene a la niña y, además, a la otra hija, aún más pequeña, nacida el de 2017, diciéndoles que no se lo dijeran a nadie”.