Zamora se quema, y no parece importarle a nadie

​La negligencia de unos pocos la pagan todos los zamoranos, que ven como hunden una provincia que ya estaba moribunda y agonizante
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Zamora se quema, y no parece importarle a nadie. En las últimas horas, la provincia de Zamora está viviendo uno de sus peores momentos desde hace muchas décadas. El incendio en la Sierra de la Culebra se está llevando por delante hectáreas de naturaleza que ya se cuentan por miles, bosques y árboles que servían de morada para múltiples especies, siendo un emblema de lucha conservacionista y una de las muchas joyas naturales del país, hogar de cérvidos y del lobo ibérico, de frondosos y extensos bosques de castaños o robles, que ahora se ven reducidos a cenizas. Pero, sobre todo, el fuego está arrasando con las vidas de cientos zamoranos, que han tenido que dejar atrás sus casas y han sido abandonados con un sinfín de preguntas, con el miedo de que las llamas las alcancen y se lleven por delante sus vivencias, su pasado.


Y es que, el incendio en la Sierra de la Culebra es una tragedia sí, pero también un ejemplo más del abandono que sufre y lleva sufriendo décadas la provincia. Con esto no quiero señalar a nadie, porque todos, absolutamente todos, han contribuido a esto, han dado la espalda a Zamora, independientemente de su color o institución que representen. De nuevo son los zamoranos son los que pagan la negligencia e ineficiencia de los que dirigen esta Comunidad y este país, los cuales recortaron el número de efectivos que hoy podrían estar trabajando y ayudando a frenar el incendio.


Muchos bomberos forestales están en su casa, en el paro, deseando aportar su granito de arena para salvar a una provincia que ya agonizaba, y además, viendo como sus compañeros trabajan noche y día con condiciones inhumanas y servicios extremadamente precarios, que podrían mejorar si un hermano de profesión se encontrase a su lado. La popular y extendida frase de "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra" vuelve a ser realidad en Castilla y León, y es que, el mismo problema con el que hoy tienen que combatir los zamoranos se vio el verano pasado en Navalacruz, cuando los abulenses suplicaban ayuda mientras veían como su hogar se quemaba y nadie les daba soluciones. Ese incendio en Ávila fue el más dañino de todo el año en el país y uno de los más graves de la historia de la Comunidad, pero este, tristemente, parece ir por el mismo camino.


Cuando comenzó el incendio en la Sierra de la Culebra, en la mayoría de los zamoranos surgió un pensamiento común: "lo que nos faltaba". Durante décadas Zamora ha sido y es abandonada a su suerte, siendo una de las provincias que menos ayudas recibe de las instituciones, por no hablar del fatídico problema demográfico que vive, al igual que otras muchas provincias. La España Vaciada de la que tanto se habló durante la campaña electoral ahora no parece importarle tanto a todos los partidos que predicaban soluciones a un problema que parece haber llegado a un punto de no retorno, a un callejón sin salida.


Pero, ese pensamiento común que comentaba anteriormente no ha sido el único. Durante meses, los habitantes de esos pueblos que hoy tienen que ser evacuados avisaban de que esto iba a suceder. Las fuertes sequías vividas durante el año en todo el país y las tormentas de los últimos días requerían de una prevención que no existió, ni siquiera se planteó, para que esto no llegase hasta el punto en el que nos encontramos hoy. La Junta de Castilla y León activó de forma indefinida el peligro medio de incendios forestales el pasado 10 de junio, hasta el 1 de julio, fecha en la que se preveía que comenzase la época de peligro alto, pero claro, el fuego se adelantó sorprendentemente.


Por otro lado, el foco mediático parece apuntar hacia otro lado. Tristemente, todos los zamoranos ya contaban con no ocupar la portada de todos los medios nacionales o que los dirigentes del pais dejasen un hueco en sus apretadas agendas para saber qué ocurre en una provincia a la que dan la espalda. De hecho, el cabreo de los zamoranos se acrecienta, cuando estos últimos pretenden acabar y extinguir el fatídico incendio con un tweet, en el que expresan su "máxima preocupación y apoyo" con lo que está sucediendo. En lo que llevamos de catástrofe, el incendio ya ha superado en cuanto a extensión lo sufrido con el volcán de La Palma, que por supuesto merecía toda la atención del país y el apoyo de todos los españoles, pero, la importancia dada al fuego en la Sierra de la Culebra no está siendo proporcional.


En definitiva, nuevamente son los zamoranos los que pagan los muchos errores de unos pocos. Zamora se vuelve a sentir desplazada en todos los ámbitos, sin ayuda, sin importancia, mientras su gente ve como toda la provincia agoniza. Las ayudas llegarán, por supuesto, pero lo que las llamas se llevarán por delante no se va a poder recuperar con todo el dinero del mundo. Ya nada será, ni se parecerá, a lo que un día los zamoranos conocieron como la Sierra de la Culebra, una de las joyas naturales del país y la provincia.