El propietario de un bar de Zamora capital negó la consumición a un cliente ebrio, quien se comportó de modo agresivo, lo que obligó a personarse a la Policía Municipal. Algunos de los agentes que acudieron resultó herido y con contracturas, pues el varón, de complexión fuerte, opuso resistencia.
El individuo, que posee alrededor de una quincena de antecedentes por peleas, fue arrrestado y puesto en libertad con cargos. Se le acusa de delitos de lesiones, además de desobediencia a la autoridad y resistencia grave. Hablamos, además, de un hombre que vivía en una tienda de campaña a las afueras, con lo que los servicios sociales han intervenido realojando a su esposa y a sus cinco hijos en una pensión.