La Zamora rural, un lugar para invertir, emprender y vivir

Los pueblos no solo son lugares ideales para encontrar un retiro momentáneo y alejarse del estrés. También pueden ser los compañeros de vida perfectos, los emplazamientos idóneos para establecer residencia, encontrar el bienestar familiar, invertir y emprender. Y todo, mientras nos alejamos del ruido y del ritmo vertiginoso al que caminan las grandes ciudades. Este planteamiento soñado que pudiera parecer una utopía, más aún en plena era covid, va dejando poco a poco de tener más sombras que luces. No en vano, sentirse solo a la hora de poner en marcha una idea (y en Zamora las hay muy buenas, como hemos visto en los recientes Premios Talento) ya es cosa del pasado.

Por fortuna, quienes trabajan por revertir la situación de despoblación (ese mal endémico que asola a toda la región) en los pequeños municipios han detectado esa necesidad de asesoramiento, acompañamiento y apoyo de las personas que desean establecer su futuro allí abriendo un negocio. Hablamos de un sostén que debe ser emocional, por supuesto, pero también económico. La Diputación de Zamora presta atención a estos dos aspectos para atraer al mundo rural tanto a vecinos como a autónomos y empresas. Es, al fin y al cabo, la fórmula indicada para impulsar el desarrollo de este territorio lleno de posibilidades por explotar.

Efectivamente, los emprendedores son uno de los pilares que sustentan la solución para la España Vacía, pero para que sus ideas lleguen a buen puerto se precisa que dispongan de herramientas y ayudas que les aporten seguridad. La confianza en las instituciones resulta vital para lanzarse a cumplir ese sueño, y esa confianza se genera cuando éstas se implican y demuestran estar cerca de sus vecinos y de quienes apostarían por trasladarse desde otras provincias, autonomías o países para fijar su residencia en Zamora. Se trata, ni más ni menos, como decía recientemente el presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, “de no poner palos en las ruedas”.

La España urbana necesita a la rural

Fuentes pronunciaba estas palabras durante el acto de entrega de unos Premios Talento-Emprende que contaron con la presencia del periodista y sociólogo Manuel Campo Vidal (autor del libro La España despoblada) y que son impulsados por la Diputación de Zamora y financiados por la Fundación Caja Rural de Zamora.

Estos galardones, cuya ceremonia se celebró en esta ocasión de manera semipresencial, son el claro ejemplo del mensaje de esperanza que desea transmitir la institución a todos aquellos zamoranos que quieren quedarse en su tierra: existe futuro en los pueblos no únicamente para los jóvenes, sino también para los mayores.

De hecho, las ciudades necesitan a los pueblos; así lo expresaba Campo Vidal: “La España urbana ha descubierto, por fin, que siguió comiendo durante la pandemia gracias a agricultores, ganaderos, transportistas y personal de supermercados. No quiero imaginar lo que habría sido la crisis sanitaria si, además, hubiera habido un corte del suministro de la cadena alimentaria. Mi homenaje y mi agradecimiento”, manifestó.

El periodista explicó también que su relación con la despoblación es la historia de su vida (y la de tantísimas personas). “Estamos mucho mejor que hace dos años porque hay más consciencia y complicidad y, sobre todo, algunos oasis muy activos, entre ellos, la provincia de Zamora. No solo hay agricultores y ganaderos, sino también industriales y emprendedores, como demuestra la convocatoria de estos premios”, señaló.

Pues bien, esos mayores de los que hablábamos fueron precisamente los que se convirtieron en el eje temático de esta edición de los Talento-Emprende, con la Silver Economy acaparando la atención, como no podía ser de otro modo. La economía plateada, para todo aquel que escuche el concepto por primera vez, consiste en la generación de riqueza y oportunidades de negocio en torno a la prestación de servicios para las personas mayores en todos los ámbitos, desde la atención hasta el turismo, los deportes, el ocio...

Hay que señalar además que se ha convertido en, quizá, el punto más relevante de la estrategia de la Diputación de Zamora en su objetivo por hacer crecer a la provincia -pues la idea se implantará en todo el territorio, donde la mayor parte de la población tiene más de 65 años-.

Provincia especializada en servicios e industria para la Tercera Edad

Es decir, se ha dado la vuelta a esa idea perenne de que la población envejecida de la que siempre se habla en nuestra provincia es la principal traba para su estancamiento. No solo no es el problema, sino que, con la estrategia de la Diputación de Zamora, será la responsable de apartar las piedras del camino; se ha transformado en la solución (contra todo pronóstico, si echamos la vista atrás).

Contar con una provincia especializada en servicios e industria de la Tercera Edad y generar posibilidades de futuro se ha convertido en un objetivo constante que cada vez parece más cerca de hacerse realidad.

Asentar población o generar alternativas de empleo son solo dos de los beneficios que traerá consigo la Silver Economy, con la que Zamora está atajando los problemas de raíz y posicionándose como un líder en innovación en la economía de los cuidados.

La punta de lanza de la transformación de la provincia

Por otro lado, no debemos olvidarnos de la Biorrefinería de Barcial del Barco, la considerada punta de lanza de la transformación de la provincia tras conseguir inversores para su financiación, hito que había supuesto el principal obstáculo para los emprendedores de este proyecto de industria renovable.

Hablamos de una iniciativa de interés industrial, y verde (está alineada con las nuevas directrices europeas de reducción de CO2), prioritaria que también generará numerosos empleos en Zamora y a través de la cual la Diputación de Zamora da facilidades a los emprendedores con propuestas de futuro que incentivan el desarrollo que la provincia necesita.

Un proyecto al que se han incorporado grupos de primer nivel, emprendedores de nuestra provincia, pero también de León, así como empresas líderes del sector energético y financiero. Además, contribuirá a la descarbonización del planeta y volverá a dar al campo unos beneficios hoy inexistentes para un cultivo endógeno y social, como es la remolacha, actualmente en pleno retroceso. Hay que decir, por otro lado, que además de bioetanol y piensos, en una segunda fase del proyecto la planta de Barcial procesará purines para hacer bioetanol y producirá bioplásticos e hidrógeno verde. No solo se va a trabajar con remolacha y maíz, sino también con biomasa de restos del monte. Va a ser un complejo químico verde.

Parece ser, por otro lado, que el modelo va a ser replicado en otros lugares de la región y también del país, con lo que Zamora sería pionera en una biorrefinería que va a trabajar todos los días del año.

En definitiva, el futuro no está solo en las ciudades inteligentes o smart cities. Las facilidades al emprendimiento rural hacen que cada vez más personas se decidan a dar el salto de la ciudad al campo.

Nuevas ayudas y proyectos como los que pone en marcha la Diputación de Zamora y la búsqueda de un entorno más tranquilo por parte de vecinos y emprendedores y con menos competencia convierten al mundo rural en Zamora en una solución efectiva para aquellas personas que quieran cambiar de vida sin renunciar a impulsar un nuevo negocio.

Todo aquello que hasta hace no mucho había sido la debilidad de nuestra provincia no es más que un punto fuerte que puede sacarla del estancamiento. El emprendimiento en los pueblos, apoyado por proyectos consistentes, será el punto de inflexión a partir del cual el medio rural se desarrolle para acabar con la despoblación, tal y como ha ocurrido en países como Escocia, cuyas iniciativas de emprendimiento rural inciden en los valores propios de cada territorio y en cómo generar valor a partir de ellos.