Dos investigados en Segovia por la caza furtiva del jilguero común con medios y métodos prohibidos

Este especie está protegida y se considera un delito contra la flora y la fauna
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Guardia civil



ICAL

Una patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Segovia sorprendió cazando jilgueros a dos hombres en un paraje de Torredondo, con el uso de varillas impregnadas en liga -una especie de pegamento-, instaladas como trampas en diferentes arbustos, a las que acudían los pájaros atraídos por el reclamo sonoro que reproducían los investigados desde sus teléfonos móviles, conectados a un altavoz para potenciar el canto de reclamo. Además disponían de una jaula pajarera con un ejemplar vivo de jilguero que pudo ser recuperado con vida para su futura puesta en libertad.


Con este tipo de trampas, las aves se ven atraídas por el sonido de reclamo, y al aproximarse al seto-trampa quedan adheridas a las varetas con liga, lo que facilita la captura y que también produce daños en el plumaje y partes de las aves. El jilguero común es una especie protegida con normativa de la UE para la conservación de estas especies en su estado salvaje, así como por la ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad y la normativa de caza y pesca de cada Comunidad Autónoma.


Al tratarse de ejemplares protegidos, su captura está recogida en el Código Penal como delito relativo a la protección de la flora y la fauna. Los autores se enfrentan a penas de prisión que van de seis meses a dos años o a multas de ocho a veinticuatro meses y, en todo caso, se exponen a la inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar o pescar por un tiempo que oscila de dos a cuatro años.


Durante el pasado 2019, la Guardia Civil de Segovia realizó tres intervenciones relacionadas con hechos similares. Como resultado se interpusieron cinco denuncias por la comisión de diversas infracciones administrativas en esta materia, además de la aprehensión de los efectos empleados en la caza.