Responsables del operativo de incendios de la Junta quisieron hacer hoy un reconocimiento expreso a los voluntarios que toman distintas iniciativas para asistir a quienes desde hace días luchan contra el fuego en diversos lugares de Castilla y León. Ponen como ejemplo de esa actitud solidaria a Isa y Maria Paz, del pequeño pueblo de Vega de Magaz, perteneciente a Magaz de Cepeda, que les han llevado bocadillos caseros, agua, fruta e incluso bollería de la panadería de la localidad. Han hecho una colecta y con el dinero recaudado compran los productos que después entregan a los trabajadores. Se han presentado por sorpresa, con la intención de ayudar, de ser útiles. “Cuidar a los que nos cuidan”, resume Isa haciendo difícil no emocionarse a los destinatarios de sus detalles.
No son un ejemplo aislado, recalcan desde la dirección del despliegue. En otros incendios, como en el de Molezuelas de la Carballeda, en el Puesto de Mando Avanzado se presentaron voluntarios de distintos pueblos de León y Zamora con unas carpas, neveras, zumos, agua, refrescos y comida y prepararon bocadillos para todas las cuadrillas que llegaban a ese destino. Se organizaron por Whatsap y corrió la voz para acudir a ayudar en lo posible.
En otros incendios, como en Las Navas del Marqués o Cuevas del Valle en Ávila, los voluntarios se organizaron también de la misma manera. “Su atención en la segunda línea de trabajo es mucho más importante de lo que parece, no solo por la bebida o la comida que puedan traer, sobre todo por su acompañamiento y ánimo”, añaden y aunque insisten en que no es necesario que les lleven comida porque el avituallamiento está organizado, reconocen que es imposible no agradecer esos gestos en jornadas de trabajo tan complicadas para ellos.