El intento de dos personas por salvar la vida del hombre, que yacía tendido en el suelo, fue la primera escena que se encontró la Policía Nacional cuando llegó al lugar de los hechos, la calle Bordadores de Salamanca, tras los múltiples avisos recibidos al filo de las cuatro de la madrugada. De inmediato, uno de los agentes colaboró en las labores asistenciales taponando la herida que tenía en el pecho y de la que brotaba abundante sangre.
Los agentes solicitaron la presencia en el lugar de una ambulancia medicalizada, que se presentó a los pocos minutos. El personal facultativo trató de estabilizar en un primer momento al herido para, posteriormente, trasladarlo de urgencia al Hospital donde no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
La Policía Nacional inició la investigación recabando testimonios presenciales que, desde el primer momento, señalaron que se había producido una trifulca entre el controlador de accesos de un local de ocio nocturno de esta calle y un varón que pretendía entrar al mismo y al que no le permitía el acceso. Relataron que se produjo un forcejeo y, en un momento dado, la víctima se echó hacia atrás y cayó desplomada a los pocos metros, mientras el agresor salía corriendo.
Los policías llevó a cabo una inspección por las inmediaciones para tratar de localizar el arma y ,efectivamente, encontraron una navaja con mecanismo de bloqueo en una papelera cercana al lugar, que fue intervenida. De este modo, pudieron determinar la forma en que habían ocurrido los hechos y confirmar la identidad del presunto autor, un portero de nacionalidad brasileña.
Tras huir de la zona y tratar de deshacerse del arma homicida, el trabajador nocturno se había ido a casa. Allí le encontró la Policía Nacional, por lo que fue detenido en su propio domicilio y trasladado a dependencias policiales. Más tarde, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Salamanca, que decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.