En ese sentido, el PSOE expresó su “más absoluta condena” por estos hechos contra quienes defienden “la convivencia y la democracia”. “Lo decimos alto y claro: no hay silencio que valga frente a este tipo de violencia”. En su opinión, lo que se está produciendo no son hechos “aislados”, sino son el resultado de una “espiral de crispación” alentada por la derecha “política y mediática", que siguen sin aceptar el resultado de las elecciones y están sumidos en una estrategia "de acoso y derribo sin parangón”.
El PSOE exigió al Partido Popular y su presidente, Alberto Núñez Feijóo, que condenen este ataque, aunque desde Génova se hagan “oídos sordos”. “Ya hemos pedido anteriormente que condenen los más de 170 ataques a nuestras sedes desde noviembre de 2023. No han condenado ninguno”, apostillaron los socialistas a Ical.
“Con su silencio justifican el odio y la violencia contra nosotros. Es una actitud impropia de una fuerza democrática, pero nada sorprendente viendo cómo actuaron la derecha extrema y la extrema derecha -si es que aún se les puede diferenciar- durante la última sesión en el Congreso de los Diputados. La violencia política no se tolera. No se blanquea. Se condena. Y quien no la condena, la ampara”, concluyeron desde Ferraz.