El profesor de Macroeconomía y Finanzas Internacionales, especializado en crisis financieras, recordó en declaraciones recogidas por Ical durante la celebración hoy del Foro Económico de Salamancahoy que el escenario que plantea el mandatario norteamericano ya se vivió en el periodo de Entreguerras y la respuesta a ese proteccionismo se estableció en los acuerdos de Bretton Woods en 1945. “Por lo tanto, Donald Trump está rompiendo una era de 80 o 90 años”, matizó.
Sobre cómo esto puede afectar a España y, en concreto, a Castilla y León, reconoció que la exposición directa de exportación a Estados Unidos es “pequeña”, y localizada en algún sector, como el vino de Ribera del Duero, según ejemplificó, aunque sí admitió cierta exposición indirecta en el sector automovilístico, desde la exportación de coches a otros países europeos que luego acaban al otro lado del charco, o en el sector farmacéutico. “Ojalá no se hubiera producido, pero una vez que se produce, las crisis siempre son oportunidades”, recalcó.
En este sentido, apuntó a las ventajas competitivas de la Comunidad para albergar industria, “principalmente por el coste energético y porque hay trabajadores de buena cualificación y un salario competitivo”. “Ya que se produce la crisis ahora hay que hacer que esas fábricas identifiquen que hay que venir a Salamanca, por ejemplo, que vean suelos industriales con conexión eléctrica. Y en eso se tiene que centrar Castilla y León: generar empleo industrial, sustituir lo que se va a destruir de empleo en el automóvil y buscar otros sectores que puedan compensar el empleo y si es posible con mejores salarios”, reflexionó.
Uno de los principales sectores afectados por los aranceles es el primero, especialmente en la provincia salmantina, aunque José Carlos Díez consideró que las ventajas competitivas del territorio se acabarán imponiendo. Tenemos buen clima, hay agua que falta en todo el arco mediterráneo y la demanda de alimentos va a seguir creciendo. En un contexto de cambio climático, yo creo que es el sector, y lo conozco bien porque tengo clientes dentro de la industria agroalimentaria, con más potencial”, refirió Eso sí, señaló que “hay que modernizarse, mejorar las estructuras empresariales, meter tecnología y colocar buen producto a buen precio en cualquier sitio de Europa, Y si haces eso, pues te irá bien”, apuntó.
Descartó, por otro lado, que pueda haber afección en el sector turístico y apostó por tender a generar turismo de mayor poder adquisitivo.
“Lo que debería pasar es que cada vez subamos más los precios, que identifiquemos a un turista de más calidad, que genera empleo de más calidad y con mejores salarios. Lo que nos sobra es turismo ‘low cost’, que viene al Airbnb, que no gasta nada y que viene a bajo coste, lo que genera empleos precarios, salarios precarios y un problema de vivienda que genera un problema social y político importante”, añadió.
Política internacional
En el ámbito de las relaciones internacionales, el economista palentino consideró que Europa tiene un problema de “dependencia militar” con Estados Unidos y señaló que “eso Donald Trump lo sabe” y, por esta razón, “negocia fuerte”. “Es verdad que la Comisión Europea sabe bien dónde hacer daño, especialmente en el sector servicios, empresas tecnológicas, dónde puede haber guerra comercial, pero bueno, la negociación para Europa no es fácil”, afirmó.
No obstante, invitó a España a “ir de la mano” con Europa y descartó que el país pretenda negociar “directamente” con Trump. “No somos nadie para él. Y nuestro presidente, incomprensiblemente, está usando a Trump para hacer política nacional, lo cual es una irresponsabilidad. Lo normal es que tú estuvieses más preocupado del empleo y de los salarios que de tu propia posición política y de la estrategia de polarización. Pero bueno, es lo que tenemos”, lamentó.
En definitiva, en términos económicos, invitó a Europa a “reinventarse”. “Somos una zona de muy baja competitividad. La crisis energética ha tenido un impacto muy fuerte en el centro Europa, especialmente en Alemania. Y los asiáticos, y especialmente los chinos, ahora mismo tienen más desarrollo tecnológico que nosotros en nuevos sectores. Ahí que hay que hacerlo mejor que los chinos, reaccionar e identificar a nuestras empresas buenas, ayudarlas a crecer y crear empleos buenos y salarios buenos en otros sectores para compensar los que se destruyen”, finalizó.