Javier Benavente Barrón (Vega de Tera, Zamora, 1957), casado, con dos hijos y un nieto, es economista y se define a sí mismo como ‘emprendedor’ y ‘empresario vocacional’. En 1999, fundó Vivofácil (antes, Alares) y también es fundador y presidente honorífico de la Fundación Vivofácil y de la Fundación para la Diversidad. En 1985, creó Alta Gestión, origen de Human Group. Cuando vendió la empresa a la mayor multinacional del sector, contaba con una plantilla de 25.000 personas.
Con la pandemia de coronavirus como telón de fondo, el 18 de octubre de 2021, inscribió ‘Futuro’, un partido de ámbito nacional y con vocación de inducir un cambio político y social que trascienda a las ideologías. Tras presentarse en dos elecciones, consiguió representación en los municipios zamoranos de Puebla de Sanabria, Cobreros y Galende y en los madrileños de Alcobendas y Nuevo Baztán.
En febrero de 2025, salió la octava edición, revisada, de ‘¡Quédate conmigo!’, autobiografía de un emprendedor, cuyos beneficios se destinan al programa ‘Ilumina una vida’, de la Fundación Vivofácil, para combatir la soledad de las personas mayores en sus hogares.
¿Por qué se mete en estos líos?
(Sonríe). Me lo dice mucha gente. Porque, profesionalmente, yo ya estoy en la fase final. He trabajado mucho toda mi vida y, ahora, intento contribuir al desarrollo de España desde la parte política, como creo que debería hacer cualquier ciudadano. Evidentemente, no lo hago por necesidad. Yo tengo donde volver. Me he realizado como profesional, como empresario y tengo cubierto el ego.otalmente.
¿Cuál fue el detonante de crear ‘Futuro’?
Pensé que debemos donar parte de nuestro tiempo para intentar que España vaya mejor. Lo presentamos en octubre de 2021. Ninguno venimos del mundo de la política. Todos somos profesionales, gente que nos dedicamos a otras cosas. Probamos en 18 municipios, para ver de qué iban las municipales y autonómicas, en mayo de 2023, y conseguimos las alcaldías de Cobreros y Mombuey. En Puebla de Sanabria y en Galende, se juntaron el PP y el PSOE para no dejarnos gobernar. Decía el PP que ‘a un partido nuevo, ni agua’. En Madrid también logramos representación. La verdad es que la prueba salió bien.
Siempre se ha quejado de las dificultades que presenta el sistema para crear un nuevo partido político.
Es que las trabas estructurales son tremendas. No es imposible pero casi. La Ley está hecha para que no haya nuevos partidos. Solamente te puedes financiar con donaciones, pequeñas cuotas que paguen las personas. El que quiera puede darte, como amigo, como afiliado, como donante. Aunque está bien en el ámbito fiscal, la Ley dice ‘no te vamos a dar ni un duro y, además, tú tampoco lo puedes poner’. Te permite poner una donación de un máximo de 50.000 euros y se acabó.
Eso no da ni para empezar el buzoneo.
No da para absolutamente nada si quieres que la gente de la calle te conozca. Cuando quieres vender un producto a los particulares, primero tienen que saber que existes y tener la oportunidad de explicarles por qué tu proyecto merece la pena. Futuro es un partido de ámbito nacional porque, si queremos cambiar algo, tiene que ser a nivel nacional. Evidentemente luego estamos a nivel autonómico y provincial, donde hay que trabajar porque cada provincia tiene unas circunstancias y una problemática distinta. Zamora no tiene nada que ver con Valladolid y eso pasa en las comunidades autónomas. Si queremos cambiar lo que pasa en Castilla y León, hay que estar en la política nacional y en la política europea .
Para poder encasillarles, ¿cuáles son las principales características de Futuro?
Nosotros somos un partido político que ha nacido porque creemos en la diversidad del ser humano y en juntar a personas que piensan de forma distinta. El desarrollo de la humanidad se ha dado porque se han juntado a personas que piensan distinto. Si no, estaríamos en la época de las cavernas. En el mundo empresarial, esto es clave para poder mejorar y para poder competir. Sin embargo, parece que eso es pecado en la política. La mayor irresponsabilidad de los políticos es enfrentar a la gente que piensa distinto.
¿Qué le parece el clima que estamos viviendo en la política nacional?
Es una vergüenza total y absoluta.
Hace unos días, el presidente de la CEOE nacional, Antonio Garamendi, advirtió de que “la clave de que un país funcione está en la estabilidad política y la seguridad jurídica”.
Claro. Es que lo que está pasando ahora mismo es vergonzoso. Los españoles estamos, aquí, currando cada día. No nos merecemos este tipo de cosas. Esto es una banda. Me da igual el color político. Donde dices, ‘perdón, me han engañado’ pero, vamos a ver, la gente hace lo que el responsable del equipo dice.
Parafraseando a Esperanza Aguirre, ¿cuántos le han salido ‘rana’ en su empresa?
Alguno. Claro que salen. Le coges y fuera, a la calle. Se trata de un tema de principios y de ética, que es clave en el mundo de los negocios, en mundo de la empresa y, no digamos ya, en el mundo de la política. Pero, cuando tu equipo funciona así, es un patrón. ¿Cómo que te han engañado? Perdona, tú eres el jefe de la banda.
¿Cree que ‘papá Estado’ debe intervenir en la vida ciudadana como está interviniendo?
Creo que ‘papá Estado’ debe intervenir lo mínimo posible y que debe crear las condiciones adecuadas para que todo fluya. Estamos en una economía de mercado, en la que las interferencias deben ser mínimas. El Estado tiene que trabajar para que seamos muy competitivos porque, si no, nos quedaremos fuera.
¿Habla de capitalismo salvaje?
No, no. En absoluto. En el capitalismo, no todo vale. Cada uno debe elegir lo que quiere hacer, en lo que quiere trabajar. Uno puede trabajar como empleado o como empresario, como emprendedor, y el Estado debe favorecer las condiciones adecuadas para ello. Uno puede trabajar como empleado
¿Ha llorado alguna vez por culpa de su empresa?
Yo lo he pasado muy mal con mi empresa. No conozco ningún empresario que no haya perdido hasta la camisa cuando ha ido las cosas mal. He tenido momentos buenos y momentos malos. En el libro, cuento con total desnudez todo lo es la vida de un emprendedor, de un empresario, cuando empieza de cero, que sale de un pueblo de Zamora, sin nada. Llegas a Madrid, donde no conoces a nadie y tienes que buscarte la vida y luchar. Te encuentras con gente buena, gente menos buena, gente que te engaña y hay que ser adelante.
¿Qué propone ‘Futuro’ para atajar la despoblación?
Creemos que hay que hacer un plan individualizado para cada provincia. Aquí, en Castilla León, no es lo mismo, Soria que Zamora. Zamora es una privilegiada a nivel de infraestructuras. Tenemos todo para que, en esta provincia, se haga un plan estratégico de dónde queremos estar y lo pongamos en marcha ya. Tenemos autovías; tenemos fibra óptica, prácticamente, en todos los pueblos; tenemos AVE, con dos paradas en la provincia.
Bueno, ahora, un poco menos de AVE.
Ya. Ahora, nos dicen que pare menos veces. Es un tema que hay que arreglar inmediatamente. Expropian tierras, se hace la Estación de Otero de Sanabria y, ahora, hay menos paradas. Se están riendo de nosotros. Zamora es el hazmerreír. Es vergonzoso.
¿Qué opina de la figura del político profesional?
¿El profesional?
Me refiero al que no sabe hacer nada más para ganarse la vida.
Yo creo que esa persona no debería estar en política. Es la actividad más bonita que uno puede tener porque se trata de trabajar para que los demás tengan una vida mejor, para que tu país pueda crecer, pero no es para vivir de ello. Evidentemente, cuando alguien está en política, debe tener un sueldo, debe tener una remuneración para esos cuatro u ocho años de su tiempo, pero nunca cogerlo como algo en lo que empiezas tu vida y terminas tu vida. Eso no puede ser. Uno debe ir a la política y tener donde volver.
Imagine que ya estamos en campaña electoral. ¿Qué le ofrece a la gente?
De entrada, somos profesionales que sabemos perfectamente cómo se ha desarrollado un proyecto, cómo se hace. No venimos de la política y queremos desarrollar esa tarea de una forma distinta, donde sumemos a todas las personas que piensan profesionalmente y que piensan distinto. A nivel nacional, hay muchas asignaturas pendientes.
¿Es muy personalista su partido?
En absoluto. Yo tengo un poquito más de tiempo, profesionalmente, porque tengo muy organizada mi empresa. Hay gente buenísima, muchísimo mejor que yo. Estamos internamente repartidos por especialidades con gente muy buena en cada uno de los sectores y con personas de todo tipo, desde directores financieros de multinacionales hasta taxistas, pasando por pequeños empresarios que entienden perfectamente la realidad de lo que está pasando y que no tenemos limitaciones para diseñar políticas que se queden en la parte izquierda o en la parte derecha. Lo que es necesario es hacer las cosas con sentido común, al margen de las ideologías.
¿Qué cosas?
Por ejemplo, en el mundo de los autónomos, que somos unos cuatro millones en España. Esto es una perdición. Nadie lo está cambiando y da igual que sea del PP que del PSOE. Esta gente no se da cuenta de lo que es una empresa, lo que es un autónomo. Ahora mismo, un chaval quiere empezar como autónomo y no se le facilitan las cosas. Le dicen que le cobran una cantidad fija, que puede representar la mitad de su facturación. ¿Qué ocurre, entonces? Economía sumergida. Si mañana podemos gobernar o tenemos la posibilidad de influir en un gobierno, en un mes, sacamos millón y medio de personas de la economía sumergida. Porque sabemos dónde están.
¿Dónde están?
De entrada, algo muy básico, como unas 700.000 personas que trabajan en los hogares, haciendo servicios de ayuda a domicilio y de cuidados de personas, que están ahí, sin ningún tipo de garantía, en economía sumergida, porque la otra persona, la familia, no lo pueden pagar. Hay que ayudar a las familias para que puedan pagar legalmente y las personas trabajen con todos sus derechos El mundo del autónomo, donde hay un millón sin darse de alta.
¿Qué le parecen las subvenciones?
Nosotros estamos absolutamente en contra. Las subvenciones no ayudan absolutamente en nada. Si nos vamos al campo, lo que el campo quiere es trabajar en una economía de mercado y que le paguen lo que su producto vale. No que le condicione una subvención porque, a ese precio, el agricultor no gana dinero. Por supuesto que hay casos en los que las subvenciones son útiles pero, en general, no ayudan.
¿Qué actitud hacia ‘Futuro’ detecta en los demás partidos políticos?
Si hablamos de Zamora, la gente vive de la política y van unos contra otros. Se meten ahí y procuran que no entre nadie. Una de las experiencias más desagradables que he tenido en esto es ver que la gente habla en la calle y, cuando vas a las municipales, nadie quiere apuntarse a echar una mano para ser alcalde o concejal. Nadie quiere. Aquí, como no estés a favor del partido mayoritario en la zona… Zamora es tercermundista desde el punto de vista político. Esto vivimos en la época feudal. Todo está controlado por la gente que está ahí y no hay forma de poder entrar. Un partido político es una ONG que intenta trabajar por el bien común. O debe serlo. ¿Qué nos está pasando? Que cada año, peor. No hemos avanzado nada durante los últimos 30 años porque no se hace nada distinto con los mismos políticos o familiares ni con la misma gente ni con las mismas políticas.
¿Ha tomado un café con el presidente de la Junta de Castilla y León?
Yo he tomado café con todo el mundo. Me llevo bien con todo el mundo porque respeto a todo el mundo. El hecho de estar en la política me merece respeto, aunque esté muy poco reconocido por la sociedad, en general.
¿Le han tentado para incorporarse a algún partido grande, en vez de ir por libre?
No, a mí no. La gente que me conoce sabe que yo estoy en esto por convicción y porque quiero intentar que mi tierra cambie y que vaya mejor. De momento, estamos preparando un debate público para elaborar un libro blanco de desarrollo de la provincia de Zamora. Empezaremos por ahí y, después, una a una, seguiremos con el resto de provincias de Castilla y León.