Según informaron fuentes de la Benemérita, los hechos ocurrieron el pasado mes de mayo, cuando el Seprona tuvo conocimiento, a través del relato de un vecino, de la posible destrucción de varios nidos de esta ave migratoria de la fachada de una vivienda, ubicada en una localidad de la comarca del Arlanza.
Los agentes se personaron en el lugar y constataron que se trataba de un bloque de viviendas de varias alturas. En la unión de la fachada con el voladillo se observaba a simple vista la presencia de varios nidos intactos de golondrina y las marcas circulares de barro de otros que ya no estaban.
Debajo de este emplazamiento, en la acera y sobre algún vehículo estacionado en la calle, se hallaron restos de barro, coincidente con el utilizado por estas aves en el proceso de fabricación, que evidenciaban su presencia antes de la destrucción. Además, se corroboró que varios ejemplares estaban volviendo a reconstruir las estructuras de barro en el mismo sitio.
Las indagaciones llevadas a cabo por componentes del Seprona permitieron la identificación y localización del dueño de la vivienda sobre cuyas ventanas se encontraban los vestigios de los nidales. Según informaron desde la Guardia Civil, las diligencias instruidas fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción de Lerma (Burgos).