Aeice pone cifras al problema de la vivienda: Castilla y León necesita entre 6.000 y 8.000 casas a precios asequibles

El clúster plantea soluciones innovadoras para que la rehabilitación del parque residencial no se frene con el fin de los fondos Next Generation.
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Castilla y León necesita construir entre 6.000 y 8.000 viviendas a precios asequibles para cubrir la demanda existente en una tierra que no tiene la presión demográfica de otras zonas de España y que, además, puede convertirse, de la mano de la alta velocidad ferroviaria, en un refugio para los que busquen una alternativa a la saturación del mercado inmobiliario de Madrid.


Estas son las cifras que maneja Aeice, el Clúster de Hábitat Eficiente de Castilla y León, según explicaron en ‘Los Desayunos de Ical’, su presidenta, Estíbaliz González de la Serna, y el director, Enrique Cobreros. Ambos indicaron que la situación de la Comunidad es diferente a la de las grandes ciudades o la costa, al tiempo que recordaron la necesidad de rehabilitar el parque inmobiliario existente.


En ese sentido, González de la Serna reconoció que va a ser “muy complicado” poder levantar las viviendas que se necesitan en España, unas 600.000, lo que además debe hacerse mientras se rehabilita 1,3 millones más. Además, apuntó que en Castilla y León han detectado problemas para que puedan alquilar una casa quienes llegan a un pueblo, pese a que hay muchas vacías.


Asimismo, Enrique Cobreros marcó diferencias entre la Comunidad y la situación de Madrid, Málaga o Valencia, que reconoció tienen un “problemón”. Además, recordó que la Junta está promoviendo 3.000 viviendas en este momento, que no cubren toda la demanda, pero que ayudan a que el déficit cada vez sea menor, y los planes de rehabilitación, tanto en el medio rural, como en el urbano.


Todo ello, insistió el director del clúster, abre una “oportunidad” a las zonas de Castilla y León “bien conectadas” con Madrid, lo que podría ayudar a combatir el reto demográfico y favorecer el desarrollo socioeconómico de la Comunidad.


Esto, apuntó Enrique Cobreros, conlleva también un “riesgo” y un “esfuerzo ingente” desde el sector del hábitat, que engloba toda la cadena de valor, desde los recursos endógenos, a la construcción, los servicios auxiliares y la gestión de los residuos. Además, aludió a la necesidad de que se vuelva a promover vivienda protegida por parte de la iniciativa privada, lo que exige que la Administración garantice la rentabilidad.


Garantías

La presidenta del clúster, que agrupa a 155 socios, entre ellos empresas de la construcción, cree que en este momento, a diferencia de lo que ocurrió hace 20 años, no existe el riesgo de que se construya mal, por la alta demanda y la necesidad de recortar plazos a la hora de entregar los proyectos.


Según Estíbaliz González de la Serna, ahora las empresas trabajan “de forma más colaborativa”, ya que interactúan en todo momento los arquitectos, los promotores y el cliente, creando sinergias, pero también compartiendo las exigencias. A todo ello, indicó, se unen los estándares de calidad que existen ahora y, también, que los propietarios valoran más las condiciones del propio edificio.


De la misma forma, Enrique Cobreros aludió a lo recogido en el Código Técnico de la Edificación, lo que hace “imposible” que ahora se construya mal. Además, recordó que la vivienda protegida en Castilla y León está incorporando también los estándares más exigentes e innovaciones.


Ambos defendieron también que en general las nuevas prestaciones, como la domótica, no tienen por qué estar reservadas para las viviendas de “alta gama”, sino que pueden estar al alcance de todos los bolsillos, porque con la industrialización de procesos los ahorros derivados de la menor mano de obra se pueden destinar a dotar a las construcciones de otros elementos, que la sociedad demanda. 


Rehabilitación

Otro de los subsectores vinculados a la vivienda sobre los que trabaja Aeice es la rehabilitación del parque residencial. El director del clúster destacó que los fondos Next Generation han dado un impulso a los diferentes planes, de forma que en España las actuaciones van cogiendo “ritmo” para llegar a la meta pactada con Europea de renovar 300.000 viviendas al año en 2030. Esto, supondría en el caso de Castilla y León, intervenir sobre unas 16.000, una cifra que está “muy lejos” de la actual. 


Ahora, según Aeice, el reto está en buscar nuevos instrumentos financieros y fórmulas con las que acometer los proyectos una vez llega a su fin el marco de los fondos Next Generation. Según Enrique Cobreros, es posible articular mecanismos que permitan aprovechar los ahorros a largo plazo, derivados de la eficiencia energética, para poder sufragar el coste de la actuación de forma aplazada. Otro de los elementos, señalo, es la exención de tasas e impuestos, así como otras bonificaciones fiscales.