Un “buen momento” vive la construcción en Castilla y León, donde ha estrechado alianzas para configurarse como el sector del hábitat, que engloba a toda la cadena de valor desde los recursos endógenos, a la edificación y los servicios auxiliares. La creciente carga de trabajo exige incorporar entre 6.000 y 8.000 profesionales, si bien está en marcha la industrialización de los procesos que transformará por completo esta actividad en 2030.
En ‘Los Desayunos de Ical’, la presidenta de Aeice, el Clúster de Hábitat Eficiente de Castilla y León, Estíbaliz González de la Serna, destacó que representan a un sector “tractor”, pues suma 25.000 empresas, 90.000 trabajadores y una facturación de 24.000 millones de euros. Esto, añadió lo convierte en un pilar económico de Castilla y León junto a la automoción, la energía o la agroalimentación.
Igualmente, el director del clúster, Enrique Cobreros, destacó que el sector tiene buenas perspectivas de futuro, porque además ahora es más “resiliente”, tras el “batacazo” de la anterior crisis que redujo el número de empresas y la fuerza laboral a la mitad. “Sin este sector no se puede vivir”, dijo y añadió que “nunca va a desaparecer”, a pesar de su desarrollo dibuje un curva con “ondas”, no de “altibajos”, pese a lo que defienden algunos.
“Las cosas hay que hacerlas poco a poco. El elefante tienes que comértelo poco a poco, porque si no te atragantas”, dijo la presidenta del clúster sobre la lluvia de proyectos e inversiones que tienen en cartera. Insistió en la necesidad de atraer talento joven, pero también en facilitar los procesos administrativos, reduciendo los tiempos, por ejemplo, de las licencias. “No me ayudes, pero no pongas palos en la rueda y pegas”, reflexionó.
En ese sentido, González de la Serna, empresaria radicada en Carrión de los Condes (Palencia), calcula que en los próximos cinco años el sector necesita, según los últimos estudios, 700.000 profesionales en España, entre 6.000 y 8.000 en Castilla y León. A su juicio, las personas migrantes son la solución para cubrir esta demanda de mano de obra, lo que supone, además, una vía para repoblar el medio rural y las ciudades intermedias de la Comunidad.
Al respecto, el director del clúster puso el acento en la necesidad de contar con una demanda “estable” en un momento de crecimiento de la actividad, que recalcó no llega “ni de lejos” al pico de 2008. Enrique Cobreros insistió en que el sector busca captar talento para poder afrontar los proyectos que tiene sobre la mesa, pero añadió que otra de las opciones es avanzar en la industrialización de los procesos, porque con ello se reduce notablemente la necesidad de mano de obra.
Sobre ello, la presidenta y el director de Aeice remarcaron el papel que puede jugar la Formación Profesional para proporcionar los nuevos perfiles que necesita el sector, puesto que recordaron está inmerso en la digitalización y una transformación completa, una revolución total que podría acometerse en unos cinco años, en el horizonte de 2030.
A pesar de los esfuerzos hechos, ambos reconocieron que los ciclos de FP, vinculados a las ramas de la obra civil y la construcción, siguen teniendo una baja demanda, pese a los esfuerzos hechos desde la Junta y el propio clúster. No obstante, González de la Serna cree que al igual que los sociosanitarios ganaron terreno tras la pandemia del COVID, lo mismo podría ocurrir con su sector.
Imagen del sector
Dos décadas después de la crisis económica, que hundió a la construcción, la presidenta de Aeice defendió que “las cosas han cambiado” y que el sector se ha adaptado a las nuevas demandas de los ciudadanos, que aseguró piden edificios “sostenibles” e “inteligentes”, que lleven sistemas de domótica o ventilación mecánica. También, remarcó que se trabaja de forma “diferente” a cómo se hacía antes, porque otro de los vectores de cambio es la descarbonización, todo ello, lejos de la imagen que vinculaba a las empresas con la “especulación” y la “burbuja inmobiliaria”.
Enrique Cobreros, además, insistió en que las acciones del clúster, pero también de la Confederación Nacional de la Construcción y otros órganos, van calando en la sociedad, pero reconoció que es un “camino largo”, porque la imagen del sector “no se cambia de hoy para mañana” y sigue pesando la percepción negativa sobre el ‘ladrillo’. Una de las últimas iniciativas es el impulso de una cátedra para acercar el sector al ámbito universitario, no sólo al de la FP.
Defensa y aranceles
En los planes de futuro del clúster se ha cruzado, por un lado, las nuevas políticas de seguridad y defensa de Europa, que cuenta con un plan para movilizar hasta 800.000 millones de euros, y por otro la crisis arancelaria desatada por la administración norteamericana de Donald Trump. Aeice sigue de cerca ambas cuestiones para ver cómo impactan en la actividad de sus socios y en el desarrollo del sector.
La presidenta del clúster cree que el impulso de la política de seguridad en Europa, y con ello en España, es una “oportunidad” porque el sector puede convertirse en proveedor de infraestructuras nuevas y edificios resilientes, en lo que cree que jugará un papel importante la industrialización de la actividad.
“Tenemos las herramientas y podemos hacerlo”, dijo González de la Serna, quien recordó que Castilla y León, que tiene una gran masa forestal, puede contribuir a la construcción en madera. También, el director del clúster aludió al proyecto de Monte la Reina, en Toro (Zamora), para abrir un nuevo acuartelamiento del Ejército de Tierra.
De la misma forma, Aeice, que ha hecho una consulta a sus asociados, cree que la crisis de los aranceles en el comercio internacional genera “miedo e incertidumbre”, pero cree que no les va a afectar directamente, quizás sí de forma “colateral”. Enrique Cobreros agregó que los expertos entienden que al final la “sangre no llegará al río”.