Doctora en Biotecnología Molecular e investigadora en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y miembro de la reserva de la Agencia Espacial Europea (ESA), esta polifacética leonesa nacida en 1989 es un ejemplo para muchos jóvenes -chicas principalmente- a los que invita a no poner límite a sus sueños. La investigadora y astronauta leonesa recibe agradecida el Premio Castilla y León de las Ciencias Sociales y Humanidades, un reconocimiento que refuerza el compromiso con su vocación.
¿Cómo recibe la concesión del Premio Castilla y León de las Ciencias Sociales y Humanidades?
Recibir un galardón de esta categoría, como es el Premio Castilla y León, es un gran honor para mí. Siempre es una alegría inmensa que reconozcan tu labor públicamente pero, más allá de esa validación del esfuerzo y la dedicación a lo largo de mi carrera, este tipo de reconocimientos lo que hacen es reforzar mi compromiso con la divulgación científica, la educación y los valores sociales.
Investigadora, astronauta, divulgadora. ¿Cómo es su día a día? ¿A qué le dedica más tiempo y a qué menos del que le gustaría?
Mi día a día es bastante variado, lo cual me encanta. Dedico casi todo mi tiempo de trabajo a la investigación en el CNIO en Madrid y, durante dos meses al año, a la formación como astronauta en el Centro Europeo de Astronautas en Colonia (Alemania). Aunque también dedico muchas horas a actividades de divulgación. Intento reservar algunos momentos todos los días para hacer deporte, cuidarme y estar con mi pareja. Me gustaría tener más tiempo para la reflexión y la escritura, que son actividades que requieren calma y menos presión temporal.
¿En qué ha tenido que sacrificarse más o a qué ha tenido que renunciar, si fuese el caso, para llegar hasta donde está ahora?
No me gusta el término “sacrificar”. En mi opinión se trata de elegir cuáles son mis prioridades y en qué quiero invertir el tiempo limitado del que disponemos. Cuando me he planteado un desafío que ha requerido compromiso y disciplina ha sido por decisión propia, de modo que no lo considero un sacrificio. Dicho lo cual, este tipo de retos y responsabilidades suelen implicar estar a menudo lejos de casa y de pasar tiempo con mis seres queridos.
¿Qué o quiénes han sido sus apoyos fuera del ámbito familiar?
He tenido la suerte de contar con mentores excepcionales y colegas en el campo de la ciencia que han sido fundamentales para mi desarrollo profesional. Tengo buenos amigos que han creído en mí y siempre me han animado a perseguir mis aspiraciones. También organizaciones de estudiantes, científicas y académicas han apoyado mi carrera proporcionando recursos y oportunidades para avanzar.
¿Quién o quiénes le han inspirado en su trayectoria profesional y en sus decisiones principales en ese terreno?
Mis padres, sin duda, han sido una fuente constante de inspiración. Me enseñaron desde pequeña la importancia de la curiosidad, la disciplina y la perseverancia, valores claves para dedicarse tanto a la ciencia como a la exploración espacial. Hay grandes figuras de la ciencia y del espacio que me parecen inspiradoras, sin embargo, mis referentes reales no son figuras con nombres y apellidos conocidos, sino mujeres y hombres valientes que se han atrevido a perseguir aquello que les motivaba, a compartir sus conocimientos y a contribuir a mejorar la sociedad y el mundo que les rodea. Incluyo a profesoras, científicas, compañeras de la carrera o escritoras.
¿Qué consejo le da a quien está empezando en el mundo de la ciencia?
Siempre animo a los jóvenes a que sean curiosos y perseverantes. La ciencia requiere paciencia y mucha dedicación, pero la recompensa de contribuir al conocimiento y al bienestar de la humanidad es inigualable. A aquellos que sientan motivación por la ciencia les diría que sigan su pasión y no dejen que nadie les diga que no pueden hacerlo, empezando por ellos mismas. Habrá dificultades, pero con perseverancia, disciplina y amor por lo que hacen, podrán superar cualquier obstáculo. No se trata de ser el mejor en todo, sino de ser la mejor versión de uno mismo, de aprender continuamente y de no tener miedo a soñar en grande.
¿Cómo ve, en general, el papel y el protagonismo de las mujeres tanto en materia de investigación como en lo que atañe al ámbito espacial?
El papel de las mujeres en la ciencia y en el espacio ha crecido enormemente, pero aún hay barreras que superar para alcanzar la igualdad de oportunidades. Es fundamental continuar promoviendo políticas inclusivas que permitan a todas las mujeres alcanzar su máximo potencial. Una mayor presencia de mujeres en ambos campos podría enriquecer la forma en que abordamos la ciencia, la tecnología y la colaboración. Las mujeres aportan perspectivas diferentes y la diversidad en equipos multidisciplinarios siempre enriquece la resolución de problemas complejos. La exploración espacial se beneficiaría de una mayor inclusión de ideas innovadoras y de enfoques colaborativos, lo que ayudaría a avanzar aún más en el descubrimiento y la innovación. Normalizar la presencia paritaria en los distintos ámbitos de la sociedad, considerando que la proporción mundial de hombres y mujeres es prácticamente la misma, es clave para alcanzar una igualdad real de oportunidades.
Usted es un ejemplo para muchos jóvenes y, en especial, para las chicas… se ha convertido en toda una ‘influencer'. ¿Cómo asume y gestiona esa popularidad?
Asumo mi rol con mucha responsabilidad, respeto y humildad. Es gratificante saber que nuestro trabajo puede inspirar y motivar a jóvenes a explorar carreras en ciencia y tecnología, y a interesarse por la exploración espacial. Trato de ser auténtica y accesible, y uso este altavoz que me ha dado el haberme hecho más conocida para promover valores de educación, igualdad y curiosidad científica.
¿Cuáles diría que son los momentos más felices e inolvidables de su carrera?
Momentos como el día que fui seleccionada como astronauta o cuando defendí mi tesis doctoral son inolvidables. También, cada vez que veo el impacto de mi trabajo en la motivación de los estudiantes siento una punzada de orgullo. La publicación de ‘Órbitas’ me está regalando muchos momentos felices, especialmente cuando alguien me cuenta cómo ha hecho suyo el libro con su lectura.
¿Cree que hay otros por llegar que pueden superarlos?, ¿Cuáles serían?
Siempre hay nuevos desafíos y metas que alcanzar. Espero que participar en una misión espacial y quizás en el futuro, contribuir aún más al avance de la ciencia desde el espacio, sean experiencias que superen las actuales. Sería juntar mis dos grandes pasiones y cumplir un sueño.
Se ha iniciado en el mundo de la creación literaria con su libro ‘Órbitas’ y es un camino que quiere seguir transitando. ¿Cómo vive su faceta de escritora?
La escritura me permite explorar nuevas formas de comunicación y reflexión. Es tanto un desafío como una liberación creativa. Es algo que estoy disfrutando enormemente y estoy emocionada de seguir compartiendo mis experiencias y aprendizajes a través de futuros libros.
Alguna anécdota que le venga a la cabeza y que quiera compartir sobre sus vivencias desde que es una personaje público…
Los homenajes que estoy recibiendo, especialmente relacionados con colegios, me llenan de alegría. Desde clases ‘Sara García Alonso’ hasta trabajos relacionados con mi trayectoria, juegos de mesa o murales. Ver a niñas -y niños- disfrazados de mí nunca dejará de sorprenderme. Recientemente, me enviaron una foto de una niña que no se decidía si quería ser científica o astronauta, así que se puso una peluca naranja, el mono de vuelo azul de astronauta y una bata blanca por encima. Maravillosa.