La empresa de distribución oficial de la compañía Unitree en España, Synergy Tech, presentó en la Feria Internacional de Innovación y Tecnología al Servicio de los Cuidados (Fitecu) el robot G1, el primero inteligente que se comercializa en el mundo y que demuestra que “la robótica inteligente no está por llegar, ya está aquí”.
Así lo aseguró el CEO de Synergy Tech, Darío Samaniego, que reivindicó esta tecnología por la “ayuda directa” que supone “para las personas que más lo necesitan”. Además, apuntó que en tres meses, el robot podrá comunicarse ya con los seres humanos de su entorno y dentro de entre un año y medio y dos años, ya podrá acompasar esa interacción a los movimientos que ya realiza de manera autónoma.
Durante su intervención en la primera ponencia inspiracional de la segunda jornada de Fitecu, titulada ‘El futuro de la robótica social en la prestación del cuidado socio sanitario’, Darío Samaniego aseguró que la robótica social es algo que “poco a poco, va a estar presente en la vida de todos nosotros”.
En un repaso histórico a los avances de la humanidad, partiendo de la tecnología con la que se construían “maravillas” como la Catedral de Zamora, Samaniego recordó que “la tecnología no es algo que nos acompañe hacia el futuro, sino que nos viene acompañando desde el pasado”.
Apuntó en ese sentido que el objetivo es aprovecharla para “construir algo mejor, que nos aporte cosas positivas”, porque creaciones humanas como la tecnología “pueden ser buenas o malas”. “Lo estamos viendo con lugares del mundo que no son seguros, y tenemos que conseguir con la tecnología que se ayude a aquellos países y personas que no tienen tantas oportunidades”, subrayó.
En ese sentido, consideró que el objetivo de la robótica es “conseguir que la llegada de los robots siempre sea para bien” como elemento “de ayuda”, y no como “personas o mascotas”, a las que “nunca debe sustituir”.
Justo en ese momento, y desde la perspectiva de “el futuro en el presente”, sacó al escenario el robot G1, el primero que se comercializa y que “se va a expandir a lo largo y ancho del mundo”. “Al ser el primero, marca una tendencia”, consideró, reivindicando la creación de “el primer robot inteligente que llegó al mundo” y que paseará por Fitecu para que los asistentes “puedan verlo y tocarlo”.
“No están por llegar, están ya aquí”, consideró a continuación, para pasar a explicar en qué momento se encuentra el sector, “el del nacimiento de la robótica dinámica”, que llega “gracias a la aplicación de la inteligencia artificial en una mecánica perfecta” como la de estos robots que son “realmente funcionales y pueden ejercer muchas labores que pueden ayudar a las personas”.
Ahí es donde se enmarca el trabajo de su compañía, Synergy Tech, para por un lado, conseguir que el robot “escanee su entorno y reconocer objetos y personas” como forma de “interactuar con lo que le rodea”, aunque todavía se debe operar por parte de un ser humano. Pero el siguiente paso será, según Samaniego, que esa interacción surja del propio robot, y eso ayude en lugares como residencias de ancianos, “verificando en el entorno en qué situación se encuentra esa persona”.
Y es que “la inteligencia artificial está cada vez más cerca de la humana”, algo que permitirá a los robots darse cuenta de circunstancias de “crisis” para las personas mayores y eso ayude a solventarlas al instante. Porque el objetivo final es “la ayuda directa a todas las personas que más lo necesitan”.
De hecho, aseguró que los robots “hubieran desarrollado una labor extraordinaria” ante la DANA de octubre en la Comunidad Valenciana, accediendo a lugares donde las personas tienen difícil llegar para realizar trabajos de salvamento. Por ello, volvió a reivindicar la labor de su compañía, con un trabajo desarrollado “íntegramente en España” que demuestra que “en este país podemos hacerlo”.
En todo caso, aseguró que no se trata de que “los robots ocupen un espacio donde las personas desarrollan habitualmente sus labores”, sino que realizarán trabajos “donde las personas no necesariamente están adecuadas para ello” por su peligrosidad o riesgo. “No vamos a desplazar a las personas de los espacios que ocupan”, concluyó.