Según recoge la sentencia, a la que tuvo acceso Ical, los hechos ocurrieron hacia las 4.05 horas del 8 de diciembre de 2022 en un local de ocio nocturno del centro de Salamanca. La víctima, de 31 años cuando sucedió, acudió al baño, y después de esperar un tiempo prudencial, al ver que no salía la persona que estaba dentro, tocó la puerta y salió la agresora.
En ese memento, “de forma deliberada y con intención de menoscabar la integridad física” de la víctima, la golpeó con un vaso de cristal que llevaba en su mano, impactando en la parte izquierda de la cara de la mujer. Tras cometer la agresión, abandonó rápidamente el lugar de los hechos en dirección a otra discoteca de la ciudad.
Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió heridas contusas en la región facial que precisaron intervención quirúrgica y sutura con un periodo de curación de 20 días. Además, como secuelas, le quedaron tres cicatrices en el lado izquierdo de la cara de unos cinco centímetros de longitud, que suponen “un perjuicio estético al alterar negativamente la fisonomía de su rostro”.