En la tarde del 8 de agosto, la joven escritora María Lorenzo Valero, de origen alistano, presentó su libro “El muñeco del maestro” en la localidad de Sejas de Aliste, donde se asientan las raíces de su familia paterna.
El acto congregó a numerosos vecinos de dicha localidad, así como de Mahíde, el pueblo de su familia materna, de otras poblaciones cercanas como Pobladura y Figueruela de Abajo, asistiendo también varios miembros del Círculo Literario Margarita Ferreras de Alcañices. María fue revelando el proceso de creación de su obra, galardonada el pasado mes de febrero con el prestigioso premio literario internacional “Jordi Sierra i Fabra” en su XIX edición. La obra ha sido publicada por la editorial SM y fue escrita por María mientras cursaba 4º de la ESO, con tan solo 16 años de edad.
Acompañaron a María en la presentación la profesora de literatura, investigadora literaria y cofundadora de la asociación nacional “El Legado de las Mujeres”, Lola Fidalgo, así como la divulgadora cultural Cristina Manías, quienes elogiaron la calidad de la prosa poética de esta novela, su emotividad y el trasfondo psicológico de los personajes, con una historia que consigue enganchar al lector desde la primera página.
Destacaron además la riqueza creativa de la joven escritora, cuya novela se podría enmarcar dentro del género del realismo mágico y que mantiene una intensa conexión con diversas fuentes literarias y cinematográficas.
La novela transcurre en la cuenca minera leonesa, concretamente en la población de Villamanín, en uno de los periodos más convulsos de la historia reciente de nuestro país, los momentos previos a la guerra civil, teniendo como protagonista a una niña cuya percepción del mundo cambiará para siempre con la llegada al pueblo de un nuevo maestro.
María Lorenzo desveló ayer que el mundo rural reflejado en la novela, que recoge tradiciones como el tratamiento del lino, los bailes y fiestas populares, las ferias de ganado, la gastronomía popular o la indumentaria tradicional, lo escribió basándose en las vivencias relatadas por sus abuelos de Sejas y Mahíde, por lo que la novela mantiene una profunda conexión con Aliste, la tierra de sus ancestros.
El libro constituye un homenaje a unos héroes anónimos, los maestros de las escuelas rurales que enseñaron a los niños de aquella España olvidada.
Leyendo “El muñeco del maestro”, María logra transportarnos a una época en la que el tañido de las campanas despertaba a los habitantes del pueblo, las mujeres hilaban al calor de la lumbre, el aroma a pan recién horneado inundaba los hogares y los niños acudían ilusionados a la pequeña escuela rural donde el maestro les enseñaba a conocer el mundo y a creer en la magia.