Siete de cada diez castellanos y leoneses manifiesta que el cambio climático se ha agravado en los últimos años, y cerca del 80 por ciento considera imperativo tomar medidas para combatir sus efectos negativos en el sector agrario. Además, sitúan la crisis climática entre los principales problemas a los que se enfrenta la población en la actualidad, junto a los conflictos armados y el terrorismo y los riesgos en los recursos naturales.
Así se desprende del primer estudio de la Fundación AXA de percepción ciudadana sobre el cambio climático en Castilla y León, elaborado en colaboración con Sigma Dos, que analiza el conocimiento, preocupación, riesgo percibido, responsabilidades, medidas y comportamiento de la sociedad castellanoleonesa ante este fenómeno.
Castilla y León, explicó en un comunicado la Fundación, es la segunda comunidad por superficie de cultivo, con más de 3,5 millones de hectáreas (un 21 por ciento del total nacional). Esto, añadió, provoca que alrededor del nueve por ciento del Valor Añadido Bruto (VAB) del sector agrario nacional pertenezca a esta Comunidad, convirtiéndose en la principal superficie de cultivo de cereal, girasol o patata.
Sin embargo, dejando atrás uno de los veranos más cálidos de España, se prevé que en los próximos años la temperatura del planeta aumente cerca de dos grados, lo que tendría consecuencias graves en el rendimiento de los cultivos, principalmente debido a la sequía, afectando a la industria agroalimentaria de Castilla y León.
Las causas del agravamiento de esta situación pivotan, principalmente, en torno a la acción humana. De hecho, según el estudio de Fundación AXA, cerca del 70 por ciento de la población de la Comunidad atribuye este fenómeno al comportamiento del ser humano frente a causas naturales. En concreto, los castellanos y leoneses manifiestan que la deforestación (49,9 por ciento), la actividad industrial que implica la quema de combustibles fósiles y la generación de residuos (48,4 por ciento), y el consumo de energía basado en combustibles fósiles (39,6 por ciento), son los aspectos que más inciden en el empeoramiento de la crisis medioambiental.
Por otra parte, ocho de cada diez habitantes de Castilla y León considera que se está produciendo una crisis climática, una preocupación que acecha, principalmente, a los encuestados menores de 30 años. Además, el grado medio de preocupación por esta situación se sitúa en 7,4 (en una escala del cero al diez), siendo ligeramente superior entre las mujeres (7,5) y aumentando con la edad. Entre las consecuencias más alarmantes para el entorno natural, los castellanos y leoneses destacan el derretimiento de los polos (78,1 por ciento), los fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes, incendios u olas de calor (76,6 por ciento) y el incremento de los incendios (76 por ciento).
Así, la preocupación por la salud (76,6 por ciento) se sitúa en primer lugar, manifestando un mayor temor por el impacto que pueda tener el cambio climático en el desarrollo y agravamiento de enfermedades respiratorias o patologías derivadas de situaciones climáticas extremas, como las olas de calor. Le sigue, en segundo lugar, la preocupación por el impacto de este fenómeno en la alimentación.
Intervención
Ante esta situación, cerca del 60 por ciento de los castellanos y leoneses esperan un papel muy activo por parte de los organismos internacionales y de la Unión Europea, mientras que para el 51,9 por ciento esta responsabilidad también debe recaer en el Gobierno de España, un 45,7 por ciento en las empresas privadas y, por último, en los gobiernos autonómicos y locales.
Cabe destacar que los mayores de 65 años esperan un mayor papel del Gobierno de España (59,3 por ciento) que de la Unión Europea y de organismos internacionales en general (57,9 por ciento). No obstante, los encuestados perciben, a nivel general, un bajo nivel de implicación de los actores sociales en la lucha contra el cambio climático: solo el 27,3 por ciento percibe implicación por parte del Gobierno, mientras que esta cifra tan solo asciende al 28,6 por ciento en el caso de los organismos internacionales y al 34,1 por ciento por parte de la Unión Europea.
De esta forma, el 78,9 por ciento de los encuestados de la Comunidad considera urgente llevar a cabo medidas contra el cambio climático, una cifra positiva que, no obstante, se sitúa por debajo de la media nacional (83,6 por ciento). Aunque este nivel de urgencia es compartido mayoritariamente entre hombres y mujeres y personas de todas las edades, se acentúa entre las mujeres (80,8%%) y las personas de 30 a 44 años (81 por ciento).
Según los datos de la encuesta, los residentes de Castilla y León apuestan por tomar medidas para un mayor aprovechamiento del agua (86,4 por ciento), seguido de una mayor promoción de la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías (84,5 por ciento) y, en un 84,3 por ciento, por la reforestación. Estas medidas tendrían un importante impacto en la economía, principalmente en una región que genera 47.000 empleos en la industria agroalimentaria. Por el contrario, el aumento de los impuestos a las emisiones de CO2 es la medida que menos apoyo recibe en la comunidad, en línea con la media de España.
A título individual, los castellanos y leoneses también están dispuestos a cambiar sus hábitos de consumo y alimentación para combatir el cambio climático, según la Fundación AXA. Entre las acciones más comunes, destacan las medidas para reducir el desperdicio alimentario (82,6 por ciento), seguida del reciclaje y reutilización de productos (76,5 por ciento) y la adquisición de productos locales o de temporada (66,1 por ciento). Este top tres de hábitos responsables sigue la misma línea que la media nacional y todas estas prácticas se incrementan a partir de 30 años.
Compromiso
El concejal de Medio Ambiente, Alejandro García Pellitero, señaló que el Ayuntamiento de Valladolid participa de manera “muy activa” en el programa Horizonte Europa y asume el compromiso con la Misión Valladolid Ciudad Inteligente y Climáticamente Neutra en 2030 para acelerar la descarbonización. Además, añadió que el 33 por ciento de las emisiones de C02 de la ciudad provienen de la industria y del sector servicios.
En palabras del director general de Fundación AXA, Josep Alfonso, aseguró que la Fundación AXA tiene como misión conseguir el desarrollo sostenible de la sociedad. “Hemos emprendido este estudio para analizar el conocimiento, comportamientos, propósitos y compromisos en torno al cambio climático, y sus conclusiones nos indican que, aunque vamos por el buen camino, queda mucho por hacer, pues poco más de la mitad de los castellanoleoneses considera tener un conocimiento medio sobre el cambio climático”. "Es hora de transformar la sensibilidad en acción, por eso trabajamos continuamente para enfrentar este desafío ambiental y fomentar un futuro más sostenible para todos”, concluyó.