"Cada día el ser humano nos sorprende más". Es la frase con la que, indignados los voluntarios de la Asociación de Animales Abandonados de Toro describen el último acontecimiento sufrido en el refugio. Según explican, un buen samaritano había dejado una donación por la mañana, donación que había desaparecido cuando los voluntarios del turno de tarde se acercaron hasta el refugio.