Zamora, la provincia de la comunidad con menos puntos de suministro de autoconsumo eléctrico compartido

Aldea Energy prestará servicio este año en la comunidad para instalar el modelo de reparto de energía en núcleos urbanos y en naves industriales
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Placas solares tejado


La energía fotovoltaica para autoconsumo en Castilla y León va cogiendo fuerzas, después de que la potencia instalada casi se duplicara en 2022, al alcanzar los 134 megavatios con 7.666 instalaciones frente a los 74 MW en 2021. Los últimos datos de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), correspondientes a 2022, destacaron que en el conjunto del país se instalaron 2.507 megavatios de nueva potencia de energía solar en instalaciones de consumo, lo que supuso un incremento del 108 por ciento respecto al año anterior. 


Es una tecnología implantada en empresas, instituciones y particulares y bien acogida ante el incremento de los costes de energía y la concienciación para reducir las emisiones de CO2, en el que un consumidor utiliza toda la energía generada. Pero que aún tiene margen para crecer, sobre todo en lo relacionado con el autoconsumo colectivo. Un sistema que permite que varios consumidores se repartan la energía producida en una única instalación fotovoltaica próxima al lugar en que se consume, mediante un acuerdo de reparto. Un autoconsumo colectivo que, de momento, está poco extendido en la Comunidad, al contar con solo 416 puntos de suministros. Un número que la sitúa a la cola del conjunto de autonomías. En concreto, en el décimo puesto, solo por delante de Murcia (211), Castilla-La Mancha (89), La Rioja (79) y Galicia y Cantabria (20, en cada caso).


Un estudio realizado por Aldea Energy, una compañía energética española que busca promover la democratización de la energía solar a través de comunidades, destaca que Salamanca es las provincia de Castilla y León que acapara más de la mitad de los suministros de autoconsumo colectivo, con un total de 236. Le sigue, muy de lejos, León (55), Valladolid (40), Burgos (38) y Palencia (22). Cierran el listado los territorios de Ávila (11), Soria (nueve) y Zamora (cinco), puesto que Segovia no contabiliza ningún suministro. No en vano, Segovia es una de las tres provincias del país sin instalaciones de este tipo, junto a Lugo y Orense. Además , seis no superan los diez puntos, entre las que están Soria y Zamora, así como Toledo, Guadalajar, Ciudad Real y La Coruña. 


Asturias lidera el autoconsumo colectivo, con 3.242 puntos de suministros, seguido, muy de cerca por Cataluña (3.209). A continuación, aparecen Valencia (2.318), Navarra (1.478), País Vasco (1.567) y Madrid (1.556). Según la información facilitada a la Agencia Ical, Castilla y León tampoco sale bien parada en cuanto al índice de penetración, donde baja hasta el duodécimo lugar, con el 0,015, solo por delante de Castilla-La Mancha y Cantabria. Un apartado que encomandan Navarra, con una ratio de 0,41 por ciento; el Principado, con el 0,35, y País Vasco y Extremadura, con un 0,11, en ambos. Eso sí, la Comunidad cuenta con una de las localidades con mayor autoconsumo colectivo de España. Se trata del municipio vallisoletano de Villanueva de la Condesa, cuya penetración asciende al 11,9 por ciento. En este caso, tal y como explicó a Ical su alcaldesa María Asunción Crespo, es un pueblo muy pequeño de menos de 60 habitantes que cuenta con una nave municipal multiusos con paneles solares. La energía generada en ese tejado se distribuye para el Ayuntamiento y otros edificios.


El confundador y CEO de Aldea Energy, Roberto Rubio, relacionó la escasa implantación del modelo del autoconsumo colectivo por la “complicada” toma de decisiones de la comunidad de vecinos, los trámites burocráticos y la necesaria conexión por parte de las distribuidoras. Y eso que subrayó las ventajas de este grupo de consumidores como la autonomía, la sostenibilidad y un ahorro de “hasta un 70 por ciento”, según la empresa, en la factura de la luz. 


Hay que recordar que, según el Real Decreto 244/2019, esta modalidad se reconoce solo para comunidades de vecinos cuya instalación de paneles solares se encuentra a una distancia cercana del lugar en que se producirá el autoconsumo. Una legislación que no solo permite que la instalación sea en bloques de viviendas sino también en urbanizaciones de unifamiliares.


Aldea Energy anunció, según recogió Ical, que empezará a prestar servicio en Castilla y León a lo largo de este año, con el objetivo de instalar comunidades solares. Su modelo consiste en crear comunidades solares a partir de la instalación de placas en las azoteas de los edificios para generar energía que nutra a las viviendas de los vecinos o comercios que se sitúen en su área de influencia. La compañía tiene previsto instalar este modelo en núcleos urbanos pero también en naves industriales que estén en un radio de dos kilómetros de las viviendas para abastecer de energía solar tanto a empresas como a particulares. Por ello, busca cubiertas de más de 500 metros cuadrados para hacerse cargo de la instalación a través de un alquiler a 20 o 30 años que, pasado ese periodo, se cede al propietario.


Algunos expertos lamentan el exceso de burocracia y reclaman una simplificación de la legislación que, por ejemplo, permite no perder la energía de los tejados de las industrias que no producen durante los fines de semana ante la imposibilidad de verter a la red ante la ausencia de un punto de conexión.

Solo así se entiende que existan más de 430.000 instalaciones de autoconsumo, solo 17.150 corresponden al colectivo y el grueso es individual, con paneles solares situados en las cubiertas de viviendas unifamiliares o empresas.