8M- Ellas mandan

​Cuatro castellanas y leonesas, que han alcanzado el máximo rango en su ámbito profesional, creen que todavía es necesario reivindicar el papel de la mujer en una sociedad "masculinizada"
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Isabel Garcu00eda Junta Pro Semana Santa


Son mujeres, castellanas y leonesas que han llegado a lo más alto en su puesto de trabajo. Julia González, de Valladolid; María Ángeles Fernández, de Soria; Isabel García, de Zamora, e Isabel González, de León, reflexionan sobre la necesidad de celebrar el 8M -Día Internacional de la Mujer- y de poner políticas encima de la mesa políticas que ayuden a la mujer a romper techos de cristal. 

Todas coinciden en señalar que todavía queda mucho por hacer para lograr la igualdad plena, sobre todo, en lo que a conciliación se refiere. En el momento en el que las mujeres son madres, ven mermadas sus posibilidades de acceder a puestos de responsabilidad.

No obstante, ninguna quiere privilegios por género. Sólo piden que su trabajo y esfuerzo se pondere igual que el de un hombre y puedan aportar lo mejor de ellas a una sociedad que, en muchos ámbitos, sobre todo los de poder, están masculinizada.

La vallisoletana, Julia González Calleja, dirige una plantilla de 414 policías locales. Tras 40 años de servicio y dedicación a la Policía Local, logró alcanzar el puesto más alto del escalafón. Tiene la “espina” de no haber podido patrullar por las calles de la ciudad del Pisuerga ya que cuando ella ingresó en el cuerpo no se permitía. Compara la sociedad de entonces y la de ahora y corrobora que no tiene nada que ver pues, sin duda, avanza hacia la igualdad. No obstante, puntualiza que todavía el 8M se debe de celebrar ya que queda trabajo por hacer, sobre todo, en lo que respecta a la conciliación.

Con ímpetu invita a mirar hacia los puestos de alta dirección o a los consejos de administración, donde la mujer, apunta, esta “infrarrepresentada”. “Lo que incide en la brecha salarial es el tema de la conciliación familiar. Muchas veces las mujeres nos vemos obligadas a reducir la jornada laboral, pedir una excedencia y esto nos afecta en un futuro a la pensión de jubilación. Esto es lo que hay que mejorar”.

Julia vuelve la mirada a la España de los 80 y considera que la sociedad ha evolucionado a no hacer distinción por sexo. Ella, sin duda, contribuyó al cambio. Sus compañeras actualmente no tienen ningún problema respecto a tener que estar constantemente demostrando su valía. Son, afortunadamente, un eslabón más en la cadena.

“En los 80 nos miraban como bichos raros. A mí me han llegado a tirar del moño y cuando ibas a intervenir a un conductor, te mandaban a fregar. Vivimos situaciones complicadas. También había grandes dosis de paternalismo entre los compañeros que pensaban que debían cuidarnos y protegernos”, recuerda para a continuación mostrar su orgullo por haber contribuido al cambio.

A pesar del cambio, la superintendente apunta a que en algunos aspectos también se está retrocediendo ya que algunos jóvenes todavía ven algunas tareas como propias del sexo femenino, y las redes sociales y aplicaciones contribuyen a que se dé un control “inaceptable” en muchas relaciones entre la gente más joven.

A las jóvenes las anima a ser policías y desterrar “falsos” mitos de que es una profesión muy masculinizada. Es más, afirma que en la mayoría de las actuaciones que deben realizar se valora más las habilidades de comunicación y de empatía que la fuerza bruta. Además, al respecto puntualiza que, si una mujer procede a detener a una persona que se resiste, están lo “suficientemente entrenadas” en la academia para controlar este tipo de situaciones.

Cree que la igualdad se ha logrado más en la base de la pirámide que en la cúspide y, por ello, alienta a las mujeres a promocionar y a los hombres, a asumir el concepto de corresponsabilidad ya que los hijos son de los dos. A pesar del bajo porcentaje de mujeres en puestos de mando, Julia cree que es necesario dar libertad a la mujer para elegir el promocionar o no, sin embargo, añade, si apuesta por hacerlo, no se le deben poner palos en la rueda.

Recuerda con orgullo que Valladolid fue la tercera ciudad de España en incorporar a la mujer a la Policía municipal. Fue en el año 1972 después de Córdoba y Madrid.


Patronal

La soriana María Ángeles Fernández dirige la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES) y traslada un mensaje a las mujeres para que crean en su potencial laboral ya que la sociedad es “plenamente" consciente de la valía de las féminas, Cree que las leyes pueden igualar las bajas por maternidad y paternidad, pero de nada servirán para lograr la igualdad efectiva, si no hay corresponsabilidad en la pareja y en el proyecto de vida común.

Afirma que la realidad es que la mujer ha conseguido muchos más avances fuera, que dentro de casa. “La realidad es que socialmente, a pesar de la igualación de los permisos por maternidad y paternidad, la conciliación se ve como un deber de las mujeres, pero no de los hombres”, reivindica.

En este sentido, recuerda que por cada doce mujeres que renuncian a su empleo para cuidar a familiares, sólo hay un hombre. Además, en el día a día, las mujeres dedican a las tareas del hogar y al cuidado de los hijos, casi el doble de tiempo que los hombres, por lo que la mujer se enfrenta a dobles jornadas y una de ellas es “invisible”.

Lamenta que en una sociedad tan “polarizada” se haya “politizado y distorsionado” un día simbólico como el 8M, y agrega que más que para reivindicar algo tan obvio como la igualdad sirve para separar aún más a la sociedad. “Incluso se utiliza como arma arrojadiza, porque, si alguien decide participar en una manifestación del 8M, puede ser calificado de ‘feminazi’ y si alguien decide no participar, se le puede considerar machista, y acto seguido, corre el riesgo de que le tachen de ser insensible con la violencia de género. “¡Es terrible que se agite la bandera con algo tan trascendente, y que se trate con tanta superficialidad! Deberíamos replantearnos el modo en que reivindicamos y vivimos la igualdad, además de tratarla desde la responsabilidad”, argumenta.

Cree que la sociedad ha progresado mucho en las últimas décadas en cuanto a igualdad e igualdad laboral, y añade que los avances en marco legal igualitario son un hecho . Para ella es “imprescindible”, además, educar en el cambio de roles, en la corresponsabilidad y poner de manifiesto, que el éxito sólo se consigue con talento y con esfuerzo, con independencia de si eres hombre o mujer.

Ella, como otras tantas mujeres trabaja en un ámbito masculinizado, pero no se siente que tenga que abrirse camino entre ellos ya que considera que los puestos de responsabilidad requieren talento, dedicación, responsabilidad y esfuerzo, y ninguno de estos componentes tienen género.

A pesar de ello esto, apunta que ni todos los hombres ni todas las mujeres pueden alcanzar puestos de responsabilidad ya que el entorno es tremendamente competitivo. “Aunque hay que empoderar, hay que tener cuidado con el discurso fácil que muchas veces impera en nuestra sociedad porque nadie te va a regalar nada por ser mujer ni por ser hombre, tampoco”, resalta.

Respecto a la brecha salarial, apunta a que las mujeres ocupan mayoritariamente profesiones de áreas relacionadas con la administración y con las ramas sanitarias, que están peor remuneradas que las profesiones técnicas, mayoritariamente ocupadas por hombres. En su opinión, esto ocurre porque las niñas no han tenido mujeres referentes en profesiones técnicas en las que reflejarse. “Afortunadamente la sensibilización de la sociedad en este tema es cada vez mayor, y cada vez hay más iniciativas que buscan inspirar y motivar a las nuevas generaciones para desechar de una vez por todas, los roles de género, así como los clichés, en cuanto a profesiones se refiere”.

La directora de la patronal soriana cree que vivimos en mundo “masculinizado” que tiene que revisar comportamientos y estereotipos, ya que ocurre que un hombre brillante profesionalmente es un triunfador, y si lo es una mujer, se dice que intimida. “Si quien levanta la voz es un hombre, es que tiene carácter, pero si lo hace una mujer, nos tachan de histéricas. Cuando un hombre va a la moda es elegante, y nosotras somos frívolas; un hombre con las ideas claras es un líder, pero en el caso de una mujer, es rígida y autoritaria. Un hombre que se dedica a las tareas del hogar es moderno, pero una mujer, es una mantenida, y si dejamos a nuestros hijos en la guardería a una edad muy temprana, se nos recrimina ¿ Y a ellos?”, pregunta para abogar por eliminar prejuicios de género desde la educación temprana y en casa.


Iglesia

Isabel García es la presidenta de la Junta Pro-Semana Santa de Zamora, la única mujer que tiene mando en el ámbito de cofradías en España. Lamenta ser “noticia” ya que aboga por la integración de las mujeres en todos los ámbitos. “Las mujeres no tienen que estar ni por encima ni por debajo de los hombres, sino al lado, afirma, y todavía en el ámbito de las cofradías queda mucho trabajo por hacer", recalca.

“Hay muchos más cofrades hombres que mujeres y esto, sin duda, influye a que no estén en puestos de mando. Yo fui una afortunada, no me impuse, me eligieron y creo que en Zamora se dio un gran paso en ese sentido porque se visibilizó que la sociedad da pasos hacia la igualdad”, insiste para matizar que ella no celebra el 8M y otros tantos días que igual también habría que celebrar.

Afirma que la Iglesia siempre le ha respaldado en sus decisiones ya que trabaja para que la mujer tenga un papel importante en la Semana Santa. En su opinión, hombres y mujeres, en general, dan pasos muy importantes por lograr la igualdad, pero los sueldos en muchos sectores no son los mismos para unos y otras y esto es un debe.

El Consejo Rector de la Junta Pro-Semana Santa lo componen 15 hombres, presidentes de otras tantas cofradías zamoranas y ella que ejerce de presidenta del órgano. A pesar de lidiar con ellos, navega bien en el cónclave, ya que organizar la Semana Santa en Zamora es cuestión de “personas y no de género”. “Pienso que se consigue más con miel que con hiel y, evidentemente, no podemos estar todos de acuerdo en todo, pero yo veo las discrepancias como algo que suma y no resta”.


CEO en León

Isabel González Martínez es la máxima responsable -junto a sus hermanos Carlos y Javier- de la compañía Aníbal Reyma, fundada por sus padres hace medio siglo y dedicada en Villadangos del Páramo a la maquinaria agrícola.

Se maneja como pez en el agua entre los agricultores leoneses ya que lleva toda su vida conviviendo con ellos. Es más, cree que sus clientes valoran que diera el paso de coger las riendas del negocio familiar en un ámbito absolutamente masculinizado. “A mi me valoran porque llevo mucho tiempo, pero sé que si contrato a una mujer no la valorarían igual. Creo que todavía debemos celebrar el 8M”.

Considera que las mujeres han luchado en la última década y se han preparado para incorporarse al mercado laboral, pero subraya todavía se da la discriminación a la hora de contratar a mujeres en puestos de responsabilidad. "La constancia y el esfuerzo dan sus frutos y demos seguir insistiendo. Debemos empoderarnos y con trabajo y esfuerzo se conseguirá, incluso, sin la ayuda de los hombres”.

Isabel estudió Trabajo Social y, junto a sus hermanos, han contribuido a la evolución del negocio y lo han adaptado a las exigencias del mercado e incluso apostaron por reinventarse. Afirma que su carácter colaborador, la profesionalidad y empatía le han ayudado a estrechar lazos con sus clientes, que, sin duda, la ven como uno más.

“Al principio, cuando me integré en el negocio, venían representantes y preguntaban por el gerente y les decía que si les valía yo. Les parecía raro porque era joven, sin traje y mujer. Yo doy soluciones rápidas y eso vale mucho. A mi me gusta el trato con la gente y esa habilidad vale mucho. Me valoran no por ser mujer sino por mi trabajo”, concluye.

La empresaria recalca que el sector primario, con grandes empresarios, necesita ayuda “urgente” porque han invertido en su modernización y sus explotaciones no son rentables. “Como sociedad debemos ayudar a la agricultura y ganadería. En España se vende poca maquinaría, nosotros exportamos. Hay que ayudarles porque aunque tienen la PAC todo son trabas". El Círculo Empresarial Leonés acaba de concederle su distinción anual ‘Mujer Empresaria’.