Hasta 500 municipios de Castilla y León sufren o sufrirán próximamente pérdidas de líneas fijas de teléfono. En caso de contar con ella, también se quedarán sin conexión a Internet de ADSL. Este menoscabo acabará siendo parcial -con más o menos vecinos perjudicados- o total, incluso, en determinados pueblos. De esta manera, la inmensa mayoría de esas desconexiones será una realidad a lo largo de este año. Así se desprende de diversas cifras procedentes de la Comisión Nacional del Mercado de Telecomunicaciones y del Instituto Nacional de Estadística recogidas por Adamo, operador especializado en el ámbito rural.
Los pueblos, los peor parados
Este corte de conectividad, que afecta especialmente a las localidades de menor tamaño, se debe al apagón de la red de cobre sobre el que la propia CNMC lleva tiempo realizando comunicaciones. Como consecuencia, aquellos que carezcan ahora de fibra óptica y no migren a ella se quedarán sin teléfono fijo y sin Internet.
Alternativa para 19.000 familias rurales
En esos 500 municipios residen hasta 19.000 familias damnificadas por este apagón, una parte de las cuales se encuentra ahora en serio riesgo de aislamiento. Esos hogares y localidades se ubican, con este desglose, en las siguientes provincias: Zamora (4.000 viviendas en 146 poblaciones), León (5.000 en 104), Palencia (3.000 en 96), Valladolid (5.000 en 78), Ávila (2.000 familias perjudicadas en 75 municipios) y Salamanca, con 200 inmuebles amenazados en La Vellés.