Según fuentes policiales, la investigación se inició tras estudiar diferentes denuncias realizadas por los responsables de estos locales, en las que se podía comprobar que, en todas ellas, la actuación de los autores, por número, características físicas y ‘modus operandi’, era similar en estos casos.
Así, los agentes pudieron determinar que dichos autores componían un grupo criminal formado por cuatro individuos, tres varones y una mujer y que, en ocasiones, utilizan a menores de edad.
Los presuntos criminales acceden a los establecimientos y proceden a sustraer, al descuido, objetos de los mismos, ocultándolos entre sus ropas, en maletas o carros de bebé. Y caso de ser sorprendidos por los empleados, no dudan en ponerse agresivos e intimidar a los mismos para, posteriormente, salir huyendo con el botín.
Fruto de las investigaciones, los policías lograron identificar a los cuatro individuos integrantes del grupo criminal que siempre utiliza el mismo ‘modus operandi’. Entran juntos en los establecimientos, luego se separan y se distribuyen por el interior del local, para que así sea más difícil el control de los de los trabajadores. Después, sustraen los efectos y, antes de abandonar el local, uno de ellos compra un producto para entretener al personal al pasar por caja y que los demás abandonen el establecimiento. Una vez en el exterior, se dispersan para que así, si son sorprendidos, sea más difícil su localización.
Por estos hechos, los agentes procedieron a la localización y detención de dos de los integrantes, que pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Salamanca. La investigación sigue abierta y continúan las gestiones para la localización y detención de los otros dos integrantes de dicho grupo criminal.