La zamorana Pilar Panero lidera el proyecto europeo ‘MASKS’ para fomentar el aprendizaje de la fabricación artesanal de las máscaras

La docente zamorana, que mamó las mascaradas de su Almeida de Sayago natal, explicó que se ha solicitado este proyecto desde una “gran universidad pública con capacidad para gestionar y liderar” como es la de Valladolid
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La Cátedra de Estudios sobre la Tradición de la Universidad de Valladolid (UVa) coordinará el proyecto ‘Revelando las artes y obras detrás de las máscaras-MASKS´, financiado con 1,28 millones de euros, gracias a la convocatoria Erasmus-Edu-Alliances for Education and Enterprises 2023. El objetivo del proyecto, en el que participan 12 socios de Rumanía, Italia, Portugal y España, es fomentar un itinerario de aprendizaje que permita a los estudiantes aprender los diferentes procesos de fabricación artesanal que intervienen en la creación de las máscaras.


El proyecto está liderado por la profesora de Antropología Social y directora de la Cátedra de Estudios sobre la Tradición de la UVa, Pilar Panero, y en él participa profesorado de la Facultad de Filosofía y Letras y miembros del GIR de la UVa, IDINTAR, que cuenta con el apoyo de la Fundación Universidad de Valladolid a través de su oficina de proyectos europeos, que le dará soporte en sus tres años de duración. El proyecto ha sido uno de los 29 seleccionados, de entre 335 proyectos presentados a la convocatoria.


La docente zamorana, que mamó las mascaradas de su Almeida de Sayago natal, explicó que se ha solicitado este proyecto desde una “gran universidad pública con capacidad para gestionar y liderar” como es la de Valladolid. “Nuestro servicio de Investigación tiene las estructuras I+D+i óptimas para trabajar”. En este caso, se ha pedido desde la Cátedra, que es la rama universitaria de la Fundación Joaquín Díaz, y lleva más de 30 años al servicio de la cultura tradicional con la vista puesta “en eso que ahora se llama transferencia”. “Nuestro patrimonio etnográfico es parte de la sociedad y de sus valores y en la UVa nos interesa mucho”, matizó en declaraciones a Ical.


Varios de los miembros del equipo de Valladolid pertenecen a un Grupo de Investigación Reconocido llamado ‘Identidad e intercambios artísticos. De la Edad Media al mundo contemporáneo (IDINTAR)’ que, entre sus líneas de investigación contempla la etnología y artes populares como elementos articuladores de identidades. Otros compañeros aportan desde otros ámbitos académicos.


Las mascaradas tradicionales, comunes a varias regiones de la Unión Europea, no solo implican la creación de las máscaras, sino que están vinculadas a un completo proceso de fabricación que da lugar a trajes o instrumentos musicales, entre otros objetos. “La producción de tales artículos genera una actividad económica que participa de procesos constructivos identitarios y étnicos en sus comunidades”, comentó Panero en declaraciones.


Según Panero, las mascaradas de invierno y su entorno “cohesionan en una tierra abandonada, denostada y castigada sistemáticamente”. “Es la realidad de lo rural en Castilla y León. La fiesta hace lo que la política, con muchos más recursos, pero una nula voluntad es incapaz de conseguir. Lo maravilloso es la capacidad para generar un universo cultural con múltiples aristas, que está lleno de talento, creatividad y capacidad para resistir el paso del tiempo adaptándose a cada momento de la historia”, ensalza.


Iniciativa artesana

MASKS pretende dotar a los estudiantes de los centros de formación profesional artesanal y de las universidades de un conocimiento más profundo y de las habilidades para hacer de las máscaras un producto de vanguardia. Por ello, se ofrecerá una formación con un enfoque contemporáneo que salvaguarde los conocimientos tradicionales y los implemente con el uso de nuevas tecnologías, que mejoren su ejecución y difusión.


Para ello, se abordará la cultura de la máscara de manera integral y con una perspectiva global que se adscriba a diversas actividades artísticas, educativas y turísticas respetuosas con los valores asociados a las máscaras en las comunidades donde se mantienen.


En el proyecto participan tres universidades europeas, además de la UVa, la Universidad de Basilicata-Unibas (Italia) y la Universidad de Bucarest (Rumanía). Dos instituciones de formación profesional: la Federación de Organizaciones Artesanas de Castilla y León / Centro Regional de Artesanía de Castilla y León - Foacal/ Cearcal en Valladolid y el Centro de Formación Profesional para la Artesanía y el Patrimonio en Coimbra (Portugal). Dos instituciones de investigación, el Instituto de investigaciones en Cluj-Napoca (Rumanía) y la Academia Ibérica de la Máscara en Bragança (Portugal) y el Museo Nacional del Campesino Rumano en Bucarest (Rumanía). Además de dos asociaciones empresariales y dos pymes, Editrice L’Immagine en Molfeta e IDimás Gestión en Salamanca.


Preguntada por la relación de las mascaradas de Castilla y León con otras de Europa, Panero defiende que “depende del contexto ritual en el que se use la máscara”. “Si pensamos en las más comunes, las asociadas al ciclo de Carnaval, tienen que ver todo. Sé que hablar de ciclo festivo hoy día es un anacronismo, porque vamos por el tiempo lineal del calendario laboral, pero sirve para comprender históricamente y antropológicamente de qué fiestas hablamos”, apuntó Panero.

Igualmente, las hermana un “origen arcaico, si se quiere atávico con muchas precauciones, que se basa en ritos agrarios asociados al solsticio de invierno, y que sigue presente simbólicamente en todas de forma más o menos explícita”. También las vincula “su capacidad para reforzar lazos en las comunidades que las viven, incluso entre amantes de la cultura de la máscara en general”.


Mejor conservadas en el oeste

Panero sostiene que la máscara es “universal y se ha perdido en muchos lugares”, pero apunta que se ha mantenido mejor en el oeste por ser una “zona más arcaica”, incluido también Galicia, Extremadura, la provincia de Huelva y parte de Portugal como franja, “que ha conservado más este tipo de tradiciones y otras de raigambre antigua”.


Ahora, grupos de otras zonas de Castilla y León “están reinventando antiguas mascaradas que existieron”. “Reflejan un legado que nuestros antepasados conservaron y, más allá del simbolismo que he mencionado antes, reflejo de algo básico para la supervivencia como es la reproducción de personas, animales y plantas; destacaría su valor cultural porque cohesionan a los grupos”, comenta.


Programa docente

El programa docente contempla dos exposiciones de las obras creadas durante el proceso de aprendizaje y la cultura de la máscara, junto con muestras donadas a tal efecto por artesanos y socios. Participarán un mínimo de 70 estudiantes completarán la acción formativa, 20 de ellos participarán en la movilidad de aprendizaje.


Con un curso de formación en inglés en abierto a los estudiantes y todos aquellos de cualquier procedencia que deseen saber del tema que se certificará por la Universidad de Valladolid y la de Bucarest. Al margen de estas tareas la aspiración, profundizó Panero, es “lograr una producción científica sólida y consolidar y ampliar la red de investigadores de las tres universidades, las mencionadas y la de la Basilicata”.


Vanguardias artísticas

La profesora Pilar Panero cree que la máscara culturalmente está asociada a las “vanguardias artísticas”. “Y si no, que se lo pregunten a Picasso, Modigliani y compañía”, asegura. Sin embargo, “sin quitarle valor a los grandes movimientos artísticos”, el proyecto Mask da espacio a las artesanías o artes populares con “un enfoque actual”. De hecho, dos de los socios, Cearcal-Foacal en Valladolid y Cearte en Coimbra (Portugal) son centros de formación punteros en artesanías que ayudan en el emprendimiento a los artesanos.


Participan dos cámaras de comercio, la Confederación Nacional de Artesanía con sedes en Matera y Potenza (Italia) y Brigantia EcoPark en Bragança (Portugal) que ayudan a la creación y consolidación de empresas. Mediante la formación y el emprendimiento “se pueden desarrollar proyectos empresariales asociados a la máscara”.


Apunta Panero que la “formación no es la panacea, hay que trabajar mucho para que una empresa tenga éxito, pero la capacidad de aprender y mejorar es fundamental, pues sin formación no se avanza”. El proyecto también incorpora la visión empresarial con IDimás Gestión de Salamanca y Editrice L’Immagine en Molfeta y Milán (Italia).


“Parece una contradicción, pero lo innovador es parte de la tradición que usamos, es decir, que cambia porque no es un fósil. Si no cambiara tendríamos que hablar de arqueología y no de etnología. Cada generación adapta lo recibido y, si bien hay saberes que debemos conservar, estos se implementan y, a veces se abandonan”, asevera.


En ese sentido, consideró que las futuras generaciones “harán lo mismo, aunque como sociedad existe la obligación de conservarlos”. Evidentemente, “cualquier tiempo pasado no es necesariamente mejor, pero la memoria etnohistórica con lo bueno y lo peor se debe preservar”.


A día de hoy, los artesanos trabajan con nuevas tecnologías y nuevos materiales y “no por eso abandonan oficios y conocimientos heredados”. Con esta filosofía se trabaja desde la Cátedra de Estudios sobre la Tradición y en ella están los socios del Instituto de Archivo de Folklore de la Academia Rumana de Cluj-Napoca y del Museo del Campesinado de Bucarest (Rumanía) y de la Academia Ibérica da Máscara de Bragança (Portugal), “ambos valiosísimos, con un bagaje investigador y divulgador impresionantes”.


Por último, en el marco del proyecto destaca las numerosas mascaradas que son “apasionantes” en Castilla y León “por su ceremonial, por su estética, por su capacidad de divertir, por la intensa actividad de los que las mantienen”, si bien admite que “hay otra cuestión que es la excelente relación que se establece con los grupos y personas concretas que las viven y tienen la generosidad de compartirlas con nosotros”.


Cree que la investigación “no es ajena a la amistad” y por ello menciona aquellas en las que tiene “intereses investigadores y de la propia biografía”, como es el Zangarrón de Sanzoles (Zamora), gracias a una beca de investigación del Instituto de Estudios Zamoranos ‘Florián de Ocampo’, que es independiente de MASK. “De niña, en los años 80, todavía corrí la ‘Vaca Bayona’ en mi pueblo, Almeida de Sayago, antes de que desapareciera y se recuperase. Esos años de la infancia en el entorno seguro y amoroso de mis padres también pesa como un recuerdo inquietante, porque me daba mucho miedo, y muy bonito a la vez…”, refleja.