La superficie arbolada calcinada cae más del 85% este año en Castilla y León, con 795 hectáreas quemadas

El consejero de Medio Ambiente presenta en las Cortes una campaña “excelente y excepcional”, que se salda con un 80% de conatos (menos de una hectárea), 12 puntos mejor que la media del decenio.
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La superficie arbolada calcinada cayó más del 85 por ciento este año en Castilla y León, con un total de 795 hectáreas quemadas, en un año que resultó “excelente y excepcional” en la Comunidad en esta materia, al contrario que en los ejercicios precedentes, donde predominaron los grandes incendios forestales (GIF), aquellos que superan las 500 hectáreas, y que en 2023 brillaron por su ausencia.


Así lo resaltó hoy el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante su intervención, a petición propia del Grupo Socialista, en la Comisión del ramo, para hacer balance de la época de riesgo alto, que concluyó el 17 de octubre, si bien aclaró que esta aún no termina hasta el 31 de diciembre.


El consejero expuso que se han contabilizado unos “números muy favorables”, con 923 incendios, frente a una media de 1.400 en el último decenio, con una superficie forestal afectada de 3.700 hectáreas, frente a una media de en torno a 20.000. Esto se debe, manifestó, a las lluvias, a la responsabilidad de la población y a la eficacia del operativo.


La “buena noticia” se unen a los conatos, aquellos incendios que se quedan en solo una hectárea o menos, dada la “actuación rápida del operativo”. Así, este tipo de fuegos supusieron el 80 por ciento, 12 puntos menos que la media del decenio, lo que constata “números relevantes” de una campaña en que se puesto en marcha el nuevo operativo de extinción y prevención de incendios forestales, nacido de la reforma de los acuerdos del Diálogo Social, suscritos en septiembre de 2022. 


Este primer año, prosiguió, ha contado con unas “importantes reformas en todo tipo, en estructura, en personal, en medios, en organización, en aspectos normativos que se están cambiando” y que ha conllevado una inversión de 145 millones de euros en 2023.


Igualmente, la intencionalidad está detrás del 55 por ciento de los fuegos y han bajado ligeramente las causas imprudentes y por descuidos, si bien se han elevado las naturales. Por tanto, llamó la atención sobre la precaución y la concienciación en el futuro.


Por último, en cuanto a los niveles de protección, es decir, cuando se dan incendios que afectan a personas, a bienes y a valores distintos a los forestales, “solo se han declarado 13 de nivel, cuando la media son 30”.


“Todos los parámetros son favorables teniendo en cuenta que veníamos de una primavera muy seca, una primavera muy seca en pluviosidad y de altas temperaturas, pero afortunadamente las lluvias de junio y después las de septiembre han permitido, junto con la actuación del operativo, tener estos números favorables”, destacó Suárez-Quiñones.