La Junta destaca la “madurez” del Plan Románico Atlántico y el “ejemplo” que supone de colaboración público-privada

La Junta de Castilla y León destacó hoy la “madurez” del Plan Románico Atlántico, una iniciativa de cooperación transfronteriza, promovida conjuntamente con la Fundación Iberdrola y el Ministerio de Cultura de Portugal, que constituye un “ejemplo” de colaboración público-privada.

“Es un proyecto que tiene trece años, muy maduro y que nos ha dado muchísimas satisfacciones. Se inició con un carácter innovador y hoy está consolidado. Esta manera de hacer, entre las distintas administraciones y la sociedad civil, a través de una fundación como la de Iberdrola que representa el quehacer y la promoción de una gran compañía que pone sus ojos, a través de la responsabilidad social, en proyectos como el de esta ermita”, destacó el director general de Patrimonio Cultural, Juan Carlos Prieto.

“Estamos muy agradecidos por la colaboración que se ha ido generando durante todos estos años. Este modelo, que se inició de forma innovadora, ya se va produciendo de forma más general. Desde la Junta de Castilla y León, estamos encantadísimos de haber participado y de haber sido promotores de esta iniciativa”, añadió.

Juan Carlos Prieto hizo estas declaraciones en la ermita de Nuestra Señora de Fernandiel, en Muga de Sayago, adonde acudió para participar en la presentación de una publicación en formato digital sobre la restauración de las pinturas murales del edificio.

El libro, titulado ‘La ermita de Nuestra Señora de Fernandiel. La restauración de sus pinturas murales. Innovación y memoria en el patrimonio transfronterizo’, se ha editado dentro del Plan Románico Atlántico, para “recoger y difundir la historia, evolución y proceso” de restauración del conjunto de pinturas murales que alberga el edificio y ya está disponible para su descarga y visualización en la página web del plan http://romanicoatlantico.org/.

El acto contó también con la intervención del presidente de la Fundación Iberdrola España, Fernando García, y la asistencia de representantes del Ayuntamiento de Muga de Sayago, la diócesis de Zamora y la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.

“En este caso, en la intervención en las pinturas de la ermita de Nuestra Señora de Fernandiel, en Muga de Sayago, es una iniciativa extraordinaria que va mucho más allá. Es proyecto de desarrollo, que contribuye, con la restauración de las pinturas, a todo un sistema innovador de gestión del edificio, la iluminación y la producción de la energía”, subrayó.

“Seguramente, contribuirá al objetivo final, que es que la comarca de Sayago tenga un punto más donde se genere economía, desarrollo y actividad y, seguramente, traerá muy buenas noticias en el futuro para toda la comarca”, apuntó. 

La obra digital recoge de forma pormenorizada, en 143 páginas ilustradas, la historia del edificio y sus pinturas, el contexto y el marco teórico en el que se llevó a cabo la actuación, los criterios de intervención, los estudios previos y el proceso de restauración. Además, ofrece un artículo relativo a la actuación realizada para mejorar la iluminación, sostenibilidad y eficiencia energética del templo y se completa con un apartado dedicado al Plan Románico Atlántico, las presentaciones a cargo de las entidades promotoras del plan y las conclusiones.

“El edificio destaca por la gran extensión de pintura mural que conserva. Tal y como se recoge en el libro, fueron varias cuadrillas de pintores las encargadas de su ejecución en distintos momentos del siglo XVI. El muro testero está presidido por un retablo pictórico con escenas y motivos decorativos referidos a la vida de la Virgen”, según explicaron fuentes de la Junta de Castilla y León y de la Fundación Iberdrola.

“En los muros laterales de la cabecera se representan personajes del Antiguo Testamento. En el segundo cuerpo de la iglesia, destacan dos retablos pictóricos dedicados a Santa Ana y a Santa Brígida y, en los muros laterales están representados pasajes evangélicos, varios padres de la Iglesia y cuatro santas”, añadieron.

Las pinturas se ejecutaron sobre mortero de cal y arena, aplicado en dos capas. La mayor parte del trabajo está realizado al seco, mediante temple de huevo o caseína, aunque no se descarta la posible existencia de un primer trabajo realizado al fresco. La paleta la constituyen colores ocres, amarillos, anaranjados, rojos, pardos, negro de carbón vegetal y azules.

Antes de la restauración, el conjunto presentaba suciedad generalizada, polvo superficial, suciedad grasa más compactada y manchas localizadas de distinta naturaleza. Además, en los estratos pictóricos eran visibles alteraciones como grietas, pérdidas de unión entre las capas, abolsamientos, decohesión o arenización, así como numerosas pérdidas de policromía. Por otro lado, las sucesivas reformas acometidas en el edifico, habían afectado al conjunto.

Tratamientos de consolidación

Los trabajos comenzaron con la eliminación del polvo superficial, realizando previamente la fijación de las zonas de policromía. Los tratamientos de consolidación se basaron en la mineralización de aquellas zonas de mortero decohesionadas, la adhesión de los estratos separados mediante la inyección de adhesivos y la ayuda de puntales de precisión y el relleno de las zonas de oquedades mediante morteros de inyección profunda.

Además, se acometió la limpieza, encaminada a la eliminación de las sustancias ajenas a la obra. El último paso fue la recuperación de la correcta lectura de las pinturas, mediante la aplicación de morteros para regularizar los paramentos y la reintegración cromática de las zonas perdidas, siguiendo siempre el “criterio de mínima intervención”, según notaron las mismas fuentes.

La intervención del Plan Románico Atlántico se completó con la instalación de una nueva iluminación ornamental, más acorde con el templo, que lo dota de los niveles de luz óptimos, mediante la aplicación de tecnología LED con un diseño respetuoso con sus valores patrimoniales y espirituales.

Por otra parte, se instalaron en el edificio anexo, de paneles solares fotovoltaicos y unas baterías estacionarias que acumulan la energía, un sistema “más sostenible y eficiente” que el antiguo generador de gasóleo.

Después de la presentación, hubo una mesa redonda abierta al público, con parte del equipo técnico que intervino en la restauración de las pinturas murales y el acondicionamiento del edificio.